miércoles, 22 de agosto de 2012

TRES LIBROS PARA UN VERANO

Este mes de agosto, y de forma casual, sin que hubiera por mi parte voluntad previa de hacerlo, he leído tres libros que tratan de un mismo tema: el mal.

El primero ha sido "El Señor de las Moscas" la muy conocida obra de William Golding (1954), de la que hay dos versiones cinematográficas (Peter Brook, 1963 y Harry Hook, 1990) Confieso que no había leído el libro ni visto ninguna de las dos películas.

"El Señor de las Moscas" es una novela corta y un libro de tesis. No hago aquí un resumen del libro porque considero que es de sobra conocido, por sí mismo y por las dos películas que se han realizado. Sólo quiero abundar en la tesis que defiende: el autor trata de ilustrar cómo el mal está presente en el ser humano desde la infancia (al menos desde la adolescencia) sin necesidad de antecedente previo que lo provoque. Como algo natural, congénito al ser humano.


En el libro se despliegan también los conceptos y funciones de la socialización y su necesidad de reglas, el orden, la autoridad, la obediencia, la razón, el poder, el miedo -los miedos-, el juego, la identidad y la máscara, para llegar hasta la muerte y su consumación voluntaria en otro(s).

La conclusión que se saca, la que el autor quiere que saquemos, es que el mal, además de congénito, es contagioso y se mantiene y prolifera por medio del poder y de la coacción que ejerce sobre los demás. La solución, la única que plantea el autor, viene también del poder. Un poder mayor -y supuestamente más justo- que volverá a poner las cosas en su sitio.

El segundo libro ha sido "La Iguana" de Alberto Vázquez Figueroa. Dejando aparte la mala impresión que causa leer, en las primeras páginas del libro, que un albatros gigante "sin pensárselo dos veces" se decidió a aterrizar, la novela es un retrato del mal desde dentro. 


Desde la mentalidad de un ser malformado, al que llaman por su fealdad "la iguana", un marginado social que sólo a través de un uso consciente, deliberado y mantenido del mal consigue llegar a un estado, si no de felicidad, si al menos de aceptación de sí mismo, para acabar muerto a manos de la mujer que le hizo alcanzar el máximo placer. Mujer que, a su vez, ha conseguido la libertad y felicidad que deseaba sólo a través del placer masoquista que le producen los castigos físicos a los que el "monstruoso" Iguana la somete, descubriéndole así la parte oculta y perversa de su personalidad.
La novela comparte los mecanismos psicológicos y las descripciones de la naturaleza con las reflexiones morales y los hechos históricos en un relato no muy largo que presenta al dolor, y el mal que lo causa, como creadores de felicidad.

El tercero de los libros es "Q" de Luther Blissett. Y lo primero que hay que decir es que Luther Blissett es un seudónimo colectivo que, además, es de uso libre para cualquiera que lo desee y que "sirve a cualquier fin". Tecleando Luther Blissett en cualquier buscador se puede encontrar su "biografía". Corta pero muy interesante.


La imagen es la que "oficialmente" se ha hecho circular y es, por supuesto, un fotomontaje.
De "Q" hay que decir que es una novela apasionante. "... plagada de hechos históricos, fechas, crímenes, protagonistas y personajes secundarios, apariciones estelares, y caracteres ficticios; las guerras santas y las herejías, la revolución de Gutemberg y la Reforma de Lutero, los anabaptistas y sus creencias protocomunistas, la revuelta de los campesinos contra los mercenarios vestidos con armadura, a sueldo de príncipes y obispos ..." Amén de la creación del Santo Oficio y el ascenso de su creador al papado,  un viaje por la Europa del S. XVI, la Europa de Carlos V. "Una Europa en que los banqueros alemanes dictan las opciones políticas; en que se lleva la fe religiosa en las banderas de los ejércitos mercenarios; en que poblaciones enteras son sometidas a la ley marcial. Una Europa recorrida por columnas de prófugos, en que la rebelión de los desesperados recibe la firme reacción de los linajes más rancios y de los poderes mercantiles incipientes. La misma asquerosa reacción de siempre: cañones y genocidios, y más hierro y fuego ..."
En este caso el mal está encarnado en el poder. En todo tipo de poder, en cualquier tipo de poder; y quienes se enfrentan a él son siempre vencidos, siempre perdedores y fugitivos. Una lucha sin tregua y sin fin que es la hacedora de la historia. Hasta tal punto que llega a nuestros días: "... Nunca nos han interesado los llamamientos abstractos a la paz: la guerra, lo mismo hoy día que hace cuatro siglos, tiene una fortísima razón de ser, bien arraigada en las criminales opciones económicas y políticas de los poderes internaciones y de los estados. De Estados Unidos tanto como del imperio de Carlos V. Exactamente como hay una razón nauseabunda para las limpiezas étnicas y las persecuciones, razón que no nos pertenece y que nunca hemos dejado de combatir ... Sería inmoral e incoherente no aprovechar todo lugar y toda ocasión pública para denunciar la demencia de los gobernantes y la desidia de los gobernados" (del comunicado de prensa de los autores de Q contra los bombardeos de la OTAN en Yugoslavia, 1 de abril de 1999)"

1 comentario:

Giusseppe dijo...

Me ha interesado, especialmente, lo de Q, que no conocía.
Gracias.