Antes
de que yo pudiera tomar una decisión, antes siquiera de tener
completa la postproducción, Severo decidió hacer acto de presencia.
Vino él de motu propio. Claro que no sabía, todavía no lo sabe,
que venía a las páginas de “Operación Vídeo”. Para él el
viaje tiene otro propósito bien distinto. Encuentros en el Círculo.
El Barroco y su doble. Debate internacional. 30 y 31 de Mayo 1.990.
El Barroco “histórico” con sus juegos retóricos, su visión de
un espacio infinito, su gusto por la ilusión y la experiencia
formal, su comportamiento como poderosísima máquina de la
representación, parece ser una época próxima a la nuestra, que
algunos definen como neobarroca. Analizar los grandes modelos
barrocos -formales, retóricos, científicos, etcétera- puede ser la
forma de esclarecer e interrogar las supuestas simetrías que
recorren ambas épocas. Más que constatar un regreso o una
repetición nos interesa entrar en la selva de procedimientos que
articulan la cultura contemporánea y deciden sus
estrategias de representación. Tal es el proyecto del presente
Encuentro. Firmado Christine Buci-Glucksmann y Francisco Jarauta.
Directores del Encuentro. A eso es a lo que pretendidamente viene
Severo. De entre una larga lista de curriculums apabullantes, saco el
suyo que no lo es menos. Severo Sarduy. Es escritor. Nacido en Cuba,
reside en la actualidad en París. Ha publicado, entre otros, los
siguientes títulos: De donde son los cantantes (1967) Cobra (1972)
Big Bang (1974) Barroco (1974) y Maitreya (l977). Recientemente ha
sido nombrado director literario de Gallimard. Casi nadie al aparato.
Y menos mal que me enteré a tiempo. Llevo ahora quince días
encerrado, escribiendo contra sueño y hambre. Tengo que acabar de
una maldita vez. Tengo
que llegar a tiempo. Tengo que llamar a L.A. Tengo que conseguir una
entrevista. Tengo que entregar el mamotreto. Tengo que llegar. Tengo
que llegar.
CONTRAPORTADA
Esta novela fue entregada en mano, algún día de la semana que viene. Severo Sarduy la recibió con benevolencia. La impulsó con su aliento y la hizo recorrer, en los meses próximos, todos los secretos vericuetos por los que una novela se desliza desde el despacho editorial hasta las fauces de las impresoras chorreantes de tinta.
Se terminó de imprimir el día X de X de 199X, festividad de San lo que sea, en los talleres Tal y Cual de la ciudad de Y.
Se
vendió en el establecimiento (Ponga aquí el sello de su
establecimiento).
Y
queda en propiedad del lector D. (Ponga aquí su nombre).
Eso
es todo. Hasta luego, lector.