martes, 28 de marzo de 2017

POSTPRODUCCIÓN_27


      Antes de que yo pudiera tomar una decisión, antes siquiera de tener completa la postproducción, Severo decidió hacer acto de presencia. Vino él de motu propio. Claro que no sabía, todavía no lo sabe, que venía a las páginas de “Operación Vídeo”. Para él el viaje tiene otro propósito bien distinto. Encuentros en el Círculo. El Barroco y su doble. Debate internacional. 30 y 31 de Mayo 1.990. El Barroco “histórico” con sus juegos retóricos, su visión de un espacio infinito, su gusto por la ilusión y la experiencia formal, su comportamiento como poderosísima máquina de la representación, parece ser una época próxima a la nuestra, que algunos definen como neobarroca. Analizar los grandes modelos barrocos -formales, retóricos, científicos, etcétera- puede ser la forma de esclarecer e interrogar las supuestas simetrías que recorren ambas épocas. Más que constatar un regreso o una repetición nos interesa entrar en la selva de procedimientos que articulan la cultura contemporánea y deciden sus estrategias de representación. Tal es el proyecto del presente Encuentro. Firmado Christine Buci-Glucksmann y Francisco Jarauta. Directores del Encuentro. A eso es a lo que pretendidamente viene Severo. De entre una larga lista de curriculums apabullantes, saco el suyo que no lo es menos. Severo Sarduy. Es escritor. Nacido en Cuba, reside en la actualidad en París. Ha publicado, entre otros, los siguientes títulos: De donde son los cantantes (1967) Cobra (1972) Big Bang (1974) Barroco (1974) y Maitreya (l977). Recientemente ha sido nombrado director literario de Gallimard. Casi nadie al aparato. Y menos mal que me enteré a tiempo. Llevo ahora quince días encerrado, escribiendo contra sueño y hambre. Tengo que acabar de una maldita vez. Tengo que llegar a tiempo. Tengo que llamar a L.A. Tengo que conseguir una entrevista. Tengo que entregar el mamotreto. Tengo que llegar. Tengo que llegar.

                                               CONTRAPORTADA



      
     Esta novela fue entregada en mano, algún día de la semana que viene. Severo Sarduy la recibió con benevolencia. La impulsó con su aliento y la hizo recorrer, en los meses próximos, todos los secretos vericuetos por los que una novela se desliza desde el despacho editorial hasta las fauces de las impresoras chorreantes de tinta.
      
     Se terminó de imprimir el día X de X de 199X, festividad de San lo que sea, en los talleres Tal y Cual de la ciudad de Y.
      Se vendió en el establecimiento (Ponga aquí el sello de su establecimiento).
      Y queda en propiedad del lector D. (Ponga aquí su nombre).
      Eso es todo. Hasta luego, lector.

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