La calle de Alcalá, en Madrid, tiene una peculiaridad que no creo que sea muy común en ciudades del tamaño de Madrid; comienza en el mismo centro de la ciudad -Puerta del Sol- y termina justo donde termina el municipio, en el límite con el municipio de Barajas.
No es la única calle de Madrid que tiene esa peculiaridad. La calle de Embajadores también empieza muy en el centro -Plaza de Cascorro- y termina en el límite del municipio por el Sur.
Hace algunos meses comencé una acción que consiste en fotografiar, uno a uno, todos los números de la calle de Alcalá. Y en estos recorridos he ido encontrando detalles curiosos, que en su momento publicaré, todavía no sé como.
Hoy he "visto" el detalle de la foto, en el número 248 de la calle de Alcalá.
La superposición visual de enrejado, acristalamiento, puertas, patios y escaleras produce este abigarrado efecto visual.
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