jueves, 25 de octubre de 2012

CHINA, MAPFRE y LA CENTRAL

Durante este mes de octubre la Fundación Mapfre ha organizado dos ciclos de conferencias: el primero sobre la Novela Negra y el segundo sobre China. ¿Tendrán algo que ver la una con la otra? Mejor será pensar que no.

Por coincidir la mayoría de las conferencias con mis clases de chino, sólo he podido asistir a una de ellas. Siento haberme perdido las otras, si han sido tan interesantes como ésta: Presencia económica española en China: inversiones, intercambio comercial y previsiones de futuro.  

El ciclo está coordinado por el economista Ramón Tamames de quien mis notas dicen: Redicho; anticuado tanto en actitud como en lenguaje.
Hace la presentación  Christian Careaga, ex-director del Banco Europeo de Inversiones, y los conferenciantes son Pedro Sebastián de Erice y Marcelo Muñoz.
En su presentación Christian Careaga anuncia que las conferencias son retransmitidas en streaming y que posteriormente serán subidas a la web de la Fundación. Espero tener tiempo para ver alguna de ellas. Añade el presentador que en 2040 China e India serán (nada menos) el 40% de la población mundial!

Pedro Sebastián de Erice: ex-embajador de España en la República de China y anteriormente embajador de España en la RFDA, que propició el cambio de la embajada de Bonn a Berlín. Actualmente es Secretario General de Técnicas Reunidas y Premio Embajador de la Amistad Hispano-China, que sólo él y Samaranch (padre) tienen.
Para empezar hace notar que en el próximo noviembre, el día seis en Estados Unidos y el día ocho en China, hay elecciones. En USA a la presidencia y en China para cambiar a 7 de los 9 miembros del Politburó. Queramos o no, son decisiones que nos afectan incluso en el día a día. Recuerdo ahora dos cosas: primero; en USA están a punto de aprobar la ley SOPA, sobre los derechos de autor y las apropiaciones que las grandes discográficas y distribuidoras hacen de los contenidos en Internet y segundo una reciente encuesta de Gallup de la que extraigo:
"AMERICA’S SOFT POWER: 46% of the world’s youth wants franchise to vote in American elections. 57% say American President heavily impacts daily lives in their
countries. A global straw poll among over 26,000 men and women in over 30 countries shows that if an election was held this week, Obama will face tough competition from his republican challenger, Mitt Romney at home but will win by a landslide in the rest of the world. Globally among those who choose one of the two candidates, 81% would favor Obama; 19% Romney." 

Y me pregunto si no deberíamos también querer votar en China, por las mismas razones que en USA.

Continua Pedro S. de Erice con el siguiente aforismo:  "Después del primer viaje/contrato a/con China, se tiene la tentación de escribir un libro. Después de 10 viajes/contratos, se atreve uno a dar una conferencia. Después de XXX viajes/contratos uno sólo se atreve a contar experiencias." Y dice que la actitud de los chinos es siempre la humildad. (Añado yo que la expresión en chino mandarín suena algo así como "bú kan dan": yo no merezco eso que dices de mi)


Presenta la empresa Técnicas Reunidas (una perfecta desconocida para la mayoría de los españoles; me pregunto si cotiza en bolsa, y si no es así, quiénes son sus propietarios) Pues bien, Técnicas Reunidas facturó el año pasado 3.000 millones de euros y tiene en plantilla 6.000 ingenieros. Se dedican mayoritariamente a grandes proyectos e infraestructuras. Están en China desde 1.985. Supieron posicionarse como "empresa amiga". Dice que no hay que enfadarse nunca con los chinos y cuenta que consiguieron el status de "empresa amiga" cuando después de un año de negociaciones, 24 horas antes de la firma les comunicaron que el proyecto había sido cancelado. Entonces un amigo chino les aconsejó que no se enfadaran ni rompieran las negociaciones. Así lo hicieron y desde entonces cuentan con la confianza de sus interlocutores. Cuenta también que, como en las reuniones de trabajo se bebe mucho té, las propiedades diuréticas del té hacen que haya que ir muchas veces al wc. En una de esas presencias en el wc, el principal negociador chino se situó al lado suyo y mientras orinaban le hizo una proposición económica muy aceptable, con la condición de que allí mismo se dieran la mano y cerraran el trato. El ex-embajador tuvo muchos reparos a dar la mano a alguien allí mismo, sin habérselas lavado, y ante la insistencia del chino sólo pudo argumentar que tenía que llamar a Madrid, con lo que ganó tiempo, se lavó las manos, habló con Madrid y firmo el acue rdo. (En Xi'an, la ciudad de los guerreros, vi una performance en la que una mujer nos mostraba cómo su generación y algunas anteriores y posteriores, había descubierto las diferencias de órganos sexuales entre hombres y mujeres: sencillamente; en China, incluso hoy mismo, hay muchos wc's comunes y sin ningún tipo de mampara o separador. Es decir, estás literalmente al lado de las otras personas que también están haciendo sus necesidades. Allí los niños y las niñas ven como los órganos sexuales de unos y otras son distintos. Y, por supuesto, no hay lugares para lavarse las manos. Tal vez el ex-embajador desconocía estos detalles de los wc's comunales y por eso le repelía "firmar" allí mismo un contrato.)

Ahora, Técnicas Reunidas hace proyectos conjuntos con empresas chinas para trabajar en otros países -Perú, Colombia, Emiratos Arabes- sobre todo en la industria petrolífera. Ahora hay ya algunas empresas españolas en China. Cita como ejemplos Zara, que ya tiene allí más de 150 tiendas, Mango, BBVA, Telefónica, Gamesa, Mondragón, Gestamp, ... Los chinos exigen credibilidad tecnológica y "relaciónes de confianza". En China hay mucho futuro para productos españoles como el aceite y el vino, por la buena imagen que tenemos. Pedro S. de Erice cree fundamental que la alta dirección de las empresas, CEO's, Presidentes, Propietarios, vaya a China si quiere hacer negocios allí. Para los chinos es fundamental. Y propone dividir la atención hacia China en tres apartados: 33% conocer la historia del país, 33% conocer la actualidad socio-política y los cambios constantes en la sociedad y la demanda y 33% saber escuchar a quienes allí hablan.

Afirma que los chinos nunca dicen no. Por ejemplo, si les invitas a percebes -que les gustan muchísimo- pero no quieren comerlos, no dirán que no, sino "yo prefiero los langostinos", con lo que no te desairan y te dan una alternativa. Aconseja no perder el tiempo aprendiendo chino, porque "los chinos nunca lo hablarán con nosotros", prefieren hacerlo en inglés. Lo que si hay que hacer es ir a China. Imprescindible.

Interviene Ramón Tamames para decir que "La condición humana" de A. Malraux se escribió después de una estancia de 11 días en Sanhai; y que en el prólogo a la segunda parte del Quijote, Cervantes dice que el emperador de la China le ha invitado a ir allí, pero que no puede ir por falta de "viáticos" -algo así como las dietas de viaje-.

Marcelo Muñoz: desde donde estoy sentado y muy posiblemente afectado por la iluminación de la sala, este hombre tiene cara de búho. Ojos, cejas, nariz y boca son de búho. En la mitología griega el búho es el símbolo de la diosa de la sabiduría y Marcelo Muñoz parece confirmarlo. Su presentación ha sido bastante impersonal y se ha limitado a leer las mismas frases que aparecían  en las pantallas del power point, pero la presentación incluye muchos, muchos datos. Marcelo Muñoz es Decano de los empresarios españoles en China y su empresa ¿? lleva allí 35 años. Es también el presidente de la Cátedra China, una nueva asociación que será presentada el 06 noviembre en el auditorio del ICO, calle del Prado, 4; a las 19 horas. También se podrá ver la web catedrachina.com

Algunos datos: China es ya el segundo país en tecnología espacial. Ya tienen 160 satélites en órbita. Han llegado a lanzar 5 en un día y siguen creciendo. Muy pronto tendrá su propio sistema GPS. El 40-50% de la producción mundial es China y en China, sólo el 0,3% es producción del todo a cien, con lo que hay que cambiar la imagen que aquí tenemos de ellos como productores de baratijas. Hoy el mayor computador del mundo, por potencia, es chino y hecho con tecnología china. Cada día ponen en funcionamiento un pantano, cada mes una central nuclear,  cada mes 20.000 km. de carreteras. En 2015 tendrán 650 millones de bicicletas eléctricas (ciclomotores). Hoy ya son el mayor mercado mundial del arte y los artículos de lujo. En 2014 serán ya el primer mercado del turismo. En 2015 tendrán un millón de robots.

Hoy hay unas 600 empresas españolas en China y las perspectivas son buenas para los productos agropecuarios, especialmente el vino. Los chinos consumen anualmente 1.550 millones de litros de vino embotellado. De ellos importa 147 millones de litros. El conferenciante afirma con énfasis que el S. XXI es el siglo de China. China es el mercado. Y especialmente para los emprendedores.

Interviene de nuevo Ramón Tamames para decir que ya Marco Aurelio, en el S. II ya envió embajadores a China y que en un reciente coloquio Obama y Romney, hablaron de China. Dice que Obama se equivocó porque dijo que China era un adversario, pero luego rectificó y dijo que era un adversario amigo y competidor. China es hoy el mayor cliente de EEUU y su mayor apoyo financiero. Recuerda Tamames que Clinton se preguntó ¿Cómo voy a hablar mal de los chinos si son mis banqueros? Tamames finalmente recalca: ¿como podemos hablar mal de nuestros banqueros?

Con esta pregunta terminaron las conferencias del día. Tal vez la respuesta la acabe de dar un hombre que en Granada se ha suicidado ahorcándose porque el banco le iba a embargar su casa por no poder hacer frente al pago de la hipoteca.

De los tres temas del título sólo queda por hablar de "LA CENTRAL". Muchas personas conocen, desde hace bastantes años, la librería La Central en Barcelona y poco se puede añadir a la imagen de una librería grande, de dos plantas, con lugar para leer e incluso un pequeño restaurante y, sobre todo, muchísimas referencias bibliográficas. Luego abrieron en la plaza interior del Museo Reina Sofía (Ahora Mahoufía), también abrieron tienda en la Fundación Mapfre del Paseo de Recoletos y hace poco, con nuevos inversores, han abierto un gran espacio en Madrid en la Plaza del Callao. El servicio y la atención al cliente en busca de alguna referencia rara o simplemente en busca de consejo, era la norma de la casa. La amabilidad y la facilidad de trato notables y muy de agradecer.

No sé si será sólo una experiencia mía, pero ayer, en la librería de la Fundación Mapfre no quisieron venderme un libro. La situación como sigue: a la entrada del auditorio hay una mesa en la que habitualmente se exponen libros y/o revistas relacionados con el tema que se trata en las conferencias. Atienden en la mesa unas señoritas uniformadas que son personal de la Fundación Mapfre. En la mesa vi el libro China. Pensamiento, arte y cultura. De la editorial Almuzara. El libro me pareció interesante y caro (25€) y pregunté si podría pagarlo con tarjeta. Las chicas me respondieron que allí no, pero  que en la tienda de La Central si. Anduve los veinte metros que separan el auditorio de la tienda y pregunté por el libro. La chica que atiende en el mostrador de la entrada buscó en el ordenador, localizó el libro y fue a buscarlo. Volvió para decirme que ya no les quedaban ejemplares, que los que había los tenían en la mesa de entrada al auditorio. Sugerí que podía acercarme al auditorio, traer un libro y pagárselo allí. La chica dijo que tenía que consultarlo ¿? y fue a hacerlo. Como tardaba y las conferencias iban a comenzar, me acerqué a la zona en la que la chica del mostrador le preguntaba, a la que supongo encargada de la tienda, y oí que ésta le contestaba algo así como "Es que no lo tenemos y no se lo podemos vender". Ignoro qué clase de burocracias o tramas internas me impidieron comprar allí el libro. Lo que sí es cierto es que me acerqué a la mesa y le dije a la encargada "Eso es servicio al cliente. Muchas gracias." y salí de la tienda para entrar en el auditorio. Cuando volví a casa, vía internet, compré el libro directamente a la editorial. Espero tenerlo mañana en casa y, desde luego, en esa tienda de La Central, que no me cuenten entre sus clientes. 





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