lunes, 5 de noviembre de 2012

LOUISE BURGEOIS EN LCE

En la página web de La Casa Encendida los horarios de una proyección aparecen así:
03.Noviembre , 20:00h – 21:15h |
Do04.Noviembre – Do04.Noviembre Cada dia , 18:00h – 19:15h

Y es fácil interpretar que hay dos pases de la película, uno a las 18h y otro a las 19:15h. Es un error. Sólo hay un pase que dura desde las 18h hasta las 19:15h. Conviene tenerlo en cuenta para no ir al inexistente segundo pase. Pero también podrían modificar la forma tan inusual de poner el horario. Basta con incluir "De ... a..."
La proyección de hoy  era:
Keep Me Upright (Tiens moi droite), de Zoé Chantre
La sinopsis aparece como sigue:
"Con forma de diario audiovisual, Zoé Chantre ha convertido la experiencia y obsesión por la curvatura anormal de su espina dorsal en una película.
03.Noviembre – Do04.Noviembre 

Y lo que empieza siendo el diario de una niña de 10 años (realizado como video muy recientemente), interesante por la verdad que respira, por los dibujos que contiene, por los comentarios escritos que en la película son leídos por la voz en off de Zoé, acaba siendo un testimonial desvahído de personas con diferentes enfermedades para llegar a la conclusión de que todo pasa, incluido el dolor.
Mientras, hemos ido siguiendo el crecimiento de Zoé, la evolución de sus enfermedades, sus operaciones y sus reacciones ante todos estos acontecimientos. Y mientras la película se mantiene visualmente fiel a las páginas de los cuadernos y los dibujos que contienen, que se corresponden con los primeros años, mantiene también el interés del espectador. 
Sobre todo porque los dibujos, que son muchos, son también muy especiales; retratando las deformidades del cuerpo de una niña primero y mujer después. Es sin duda por estos dibujos y su innegable "parentesco" con algunos de Louise Bourgeois por lo que esta película forma parte del ciclo. Cuando la película abandona los dibujos por las imágenes "reales", el interés decae notablemente. Sólo dos picos de interés destacan: la colección de discos duros estropeados en un intento de recuperar memorias perdidas -cosa que hace Zoè con un delicioso y muy útil artefacto que permite oir las voces de las grabaciones contenidas en los discos duros- y la filmación de su madre, quien ha conseguido sobrevivir a un cancer, y que realiza un hábil corte de la piel de una naranja para conseguir un gracioso monigote. 

Pero además de los dibujos extremados de Zoé hay algo más que la "emparenta" con Louise Bourgeois: la exhibición del dolor hasta convertirlo en espectáculo.
La raiz de todo ello habrá que buscarla en el cristianismo crucificador, exhibicionista de sangres y mártires desmembrados, de los tormentos infernales del Dante, o de los cuerpos inverosímiles de el Bosco; y, sin poner en duda el valor "terapéutico" del arte, dejar claro también que no deja de ser groseramente obscena la doliente exhibición. A menos que los fervientes seguidores de Lacan y la herida incurable freudiana opinen otra cosa, que seguro.

En la ficha explicativa de la exposición de Louise Bourgeois (tanto por el gramaje de esta ficha, como por el del resto de tarjetones anunciadores de eventos, no parece que la bancarrota de Bankia haya afectado a La Casa Encendida), se hace un muy didáctico recorrido por los dibujos de la exposición, basándose en el titulado Honni soit Qui mal y pense: I See You (#5) pero no se dice nada de los objetos que también hay en la exposición. La mayoría son artefactos de trapo o materiales de algodón y/0 tejidos sintéticos, que se presentan en muy diversas configuraciones. Desde el mural políptico con cuadrados de telas y bordados de igual tamaño hasta las distintas formas y posiciones de muñecotes burdos, de ambos sexos, en diferentes posturas y situaciones, de las cuales la del embarazo se repite varias veces. También hay otros, presentados como obras pictóricas pero realizados con telas de diferentes calidades. Uno de ellos, son puntos, líneas y grumos rojizos sobre un tejido estampado con pequeños lunares. La asociación inmediata es con lo que se ven en fotografías o dibujos de la corteza cerebral. Otro sin embargo, realizado con un tejido estampado con líneas perpendiculares de diferente anchura, tipo mantelería o paño de cocina, líneas que son continuadas sobre el papel de base, tiene una inequívoca resonancia minimalista.

Pero donde más se pone de manifiesto la dualidad de las obras de Louise Bourgeois (ficha explicativa dixit) es en los grandes objetos de madera y metal. Comparados con la fragilidad de los dibujos y las telas, son de una contundencia importante. No sólo por su tamaño y porque lo metálico/pesado es muy evidente, sino por su propia estructura que, sin embargo, está claramente pensada para ser montada y desmontada fácilmente. Es en las uniones, pestillos y clavijas donde lo mastodóntico se hace desmembrable, de fácil manejo y transporte. Es en esos enormes objetos donde se percibe de inmediato que la intención final de la artista no era su construcción, sino su exhibición.

Por eso no es de extrañar que la dirección de correo electrónico, que aparece como firma de la ficha explicativa, sea la de una empresa con afán de monopolio: @Louise Bourgeois Trust. ¿¡Y eso que, según la wikipedia, los trusts están prohibidos en USA desde finales del XIX!!

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