Hace unos días asistí en el Auditorio 200 del Museo Reina Sofía a una presentación de la que ya se ha dado cuenta en esta bitácora (ver "Cuando las periferias arden" del 30.05.2013). Al salir de la presentación vi el siguiente programa:
Lo primero que pensé es que cómo no me había enterado antes del Seminario, ya que estaba programado para los días 12 y 13 de abril. Y tratándose de "acción", después de leer la nómina de los programados, me asusté: excepto a Jordi Claramonte, no conocía a nadie. Ni como teóricos ni como practicantes del arte de acción. No es que conozca a todos los teóricos o practicantes del arte de acción, ni mucho menos, pero después de veinte años haciendo acciones en España y en medio mundo, se acaba conociendo a bastante gente.
Como "la cosa" me picó la curiosidad, he entrado en la web del museo y después de leer lo que sobre el Seminario se dice, me tranquilicé: se trata sólo de las artes escénicas, del teatro expandido, ... Como dice la introducción al programa:
" Este seminario propone indagar en el uso de gestos, comportamientos y
actuaciones “teatrales” en el espacio social para manifestar desacuerdos
y disidencias, así como estudiar el modo en que el arte contemporáneo
y, en concreto, el teatro han asumido y dialogado con estas
teatralidades no artísticas."
Es un paso más en la abducción del arte de acción por el "sistema del arte". Reducir las acciones, incluidas las reivindicativas, a un arte escénica o a una teatralidad no artística es algo que viene muy bien a quienes consideran que el arte es uno más de los sectores productivos dentro de las industrias culturales. Otro tipo de espectáculo, pero espectáculo al fin y al cabo. Que con su pan se lo coman. Ahora me alegro mucho de no haber asistido a tan teatral seminario.
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