CUANDO MUEREN LOS FAMOSOS ...

Dice la copla anónima y sabia, que "Cuando mueren los famosos todo el mundo lo lamenta. Cuántos pobrecitos mueren y nadie los tiene en cuenta."

Hoy, a los ochenta y dos años, en su chalet de Benidorm, bautizado "Porompompero", ha fallecido Manolo Escobar. Mis respetos a su persona. Mi condolencia a la familia.

Y dicho esto, hay que añadir que con él muere un tipo de música, de espectáculo y de ideología que nunca debió existir. La España de charanga y pandereta, pervivía en sus coplas autárquicas y cazurras, populacheras y machistas. Para más inri fue a dar con sus huesos en Benidorm. El ejemplo flagrante del desarrollismo franquista y salvaje que destrozó las costas del Mediterráneo y las pobló de hormigón y turismo hortera. Aún no nos hemos recuperado de ninguno de estos atropellos. Manolo Escobar y Torremolinos: tal para cual.

Fue poseedor de una gran colección de arte -pintura- moderna y contemporánea. De gusto ecléctico; tanto, que da pie a pensar que más que una colección de arte lo que hizo fue una colección de inversiones especulativas en las que esconder el dinero que sus ventas millonarias le procuraban.

Y si media España le llora, la otra media llora por la pervivencia de tanto y tan popular borreguismo.