jueves, 18 de septiembre de 2014

"HOMBRE EN AZUL". OSCAR CURIESES


La Casa Encendida. Madrid,17.09.2014
A las 19 horas, en un espacio habilitado en la biblioteca, se presentó el libro "Hombre en azul" de Oscar Curieses. El libro pretende ser un diario "encontrado" del pintor Francis Bacon.
La presentación es una lectura performatizada de algunos fragmentos del libro. En una pantalla se proyectan los número de los capítulos -del uno al diez que se abren con una palabra: color, ojos, el grito, carne, ...- mas otro de créditos. La editora -o representante de la editorial Jekill &Jill Editores- llamada Jessica (¿?) ofrece una bandeja con pinchos de de bacon. Cada pincho contiene oculto un número. Cuando el asistente que ha tomado el pincho lee el número, Oscar Curieses comienza la lectura de fragmentos de ese capítulo. Al tiempo, en la pantalla aparecen fotos de cuadros de Bacon, del mismo Bacon o fotos de Muybrigde. Una de estas fotos muestra a dos luchadores, desnudos, en el suelo, en un amasijo de brazos y piernas que pudiera haber sido una fuente de inspiración para Bacon.
Los fragmentos que se van leyendo son frases cortas o sentencias con fechas pero sin año: cinco de julio, dieciséis de setiembre, ... El autor dice que su intención fue escribir ficción, pero no narrativa. Sería así una ficción poética que se presenta, a su vez, como un juego de espejos múltiples entre el autor, el pintor, el lector, el supuesto traductor, ...
Algunas de las frases atribuidas a Bacon: "Una obra no representa: presenta", "El espectador mira, el pintor ve", "Siempre buscamos nuestras carencias. El cuadro también", "Las formas más extremas se expresan a través del grito: el sexo, el parto". (Cabe preguntarse a cual de las dos situaciones responde el grito más famoso de la pintura: el de Munch) Una cita fecha un veintisiete de enero: "No me interesa el silencio en pintura, sino la soledad", "La técnica en sí misma no es pintura", "Excepto Picasso y Duchamp nadie ha inventado nada en pintura en este siglo".
Durante el coloquio Oscar Curieses comentó que había leído varias biografías de Bacon y algunas cosas que le habían llamado la atención: Bacon no era amable con nadie, excepto con algunas pocas personas. A una de ellas, una amiga, llegó a cuidarla cada día durante su enfermedad hasta que murió. Por otro lado machacó tanto (psíquicamente, se entiende) a uno de sus amantes que llegó a suicidarse (¿George Tier?). Bacon se vestía de mujer y quedaba con un amante para que le pegase. Una vez la paliza fue tal que tuvo que escaparse vestido sólo con las medias en plena noche invernal londinense. Bacon apuntaba alguno de sus sueños y decía que en los sueños veía sus cuadros. Era muy crítico con los espectadores y los profesionales de la crítica. Era un ludópata y necesitaba mucho dinero que, generalmente, perdía. "Hombre en Azul es una serie de cuadros de los años cincuenta en los que pintaba a alguien con quien se encontraba en un hotel. Era un lector apasionado de poesía. Siempre dijo que el tema de sus retratos era la identidad-no identidad.

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