EL HOMBRE DE LA CÁMARA.
Su nombre real fue otro, pero es conocido en todo el mundo como Dziga Vertov, que en ruso significa algo así como baila peonza. Pocas películas me han emocionado tanto como su famosísima "El hombre de la cámara". Toda una epopeya cinematográfica cuando el cine era creatividad. Y si una de las claves fundamentales del cubismo es que permitió al pintor cambiar su posición, y por tanto, cambiar su punto de vista, Dziga Vertov aportó al cine el movimiento de la cámara. Llevarla a la calle y a los espacios donde sucedían las cosas. El fue uno de los creadores del cine documental. Y su gran empeño fue hacer un cine-verdad, y no un espectáculo tramposo. Hoy, mi recuerdo y mi modesto homenaje al señor Vertov, con el cartel de su mejor película: "El hombre de la cámara".
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