El pasado viernes,
19 de diciembre de 2015 a las 19h, Giusseppe Domínguez había
programado una acción en Madrid,en el Patio de Martín de los Heros. El título
de la acción “La Espera”.
Por
una desafortunada coincidencia no pude asistir a la acción. Escribí
a Giusseppe comentándole mi pesar por no haber podido asistir y
pidiéndole alguna documentación para poder hacerme una idea de cómo
había sido su acción. Me contestó recordándome que “eso
de los vídeos/fotos... no me va mucho” y
adjuntándome un texto que él utilizó, como hace habitualmente, en
la preparación de la acción. Una buena parte de ese texto está en
la convocatoria de la web de El Patio.
Basándome
en ese texto puedo llegar a hacerme una idea de lo que pudo ser la
acción, pero, por supuesto, nunca será lo mismo que haber estado
allí. Las acciones son arte vivo. Por eso hay que vivirlas. Es
cierto que luego, las buenas acciones, basta con contarlas en cuatro
palabras para que cualquiera pueda saber lo que sucedió: “Chris
Burden se hizo disparar en un brazo” “Marina Abramovic estuvo
presente las ocho horas” “Isidoro Valcárcel Medina, el día de
la inauguración de La Vaguada, preguntó en todas las tiendas cual
era el artículo más barato que tenían” …
Pero es claro que esas acciones tienen que tener un gran componente
conceptual.
Y
aquí es donde encaja la acción “La Espera”.
Es evidente que alguien espera. Tal vez el público espera al artista
o tal vez es el artista el que espera la llegada del público. O
mejor “Giusseppe hizo esperar al público al que había
esperado”. Corto y claro.
Aunque hay que añadir, y no es detalle menor, que al final de la
acción, “Se les entrega un certificado a cada uno con su
nombre certificando que han sido
público/performers que han
asistido, realizado y aprovechado el acto de esperar.”
La
mecánica es clara. La componente conceptual -el concepto de
esperar y sus significados- también. Pero me surgen algunas dudas.
“Quien espera desespera”. Es posible que la sentencia sea antigua
y obsoleta. Y es posible que Giusseppe no la conozca, aunque no lo
creo. Lo cierto es que en ningún momento hace alusión a ello. A mi
me preocupa por lo que tiene de relación con el público. Y
por la posible reacción de este. Ya no es frecuente, pero en algunos
teatros y otros actos públicos, se ha podido oír la cantinela “Que
empiece ya, que el publico se va” y en algunos casos se
continuaba con un “se cabrea” y su rima correspondiente.
Hacer(se) esperar tiene sus riesgos y no parece que Giusseppe lo haya
valorado.
Otro punto que me conflictiviza es la misma concepción de los
asistentes como “publico”. Pero está muy claro desde la
primera línea del texto-reflexión de Giusseppe que el se dirige a
“Un espectador espectante (sic) que busca
espectáculo.” Y si lo que él ofrece es un espectáculo, nada
tiene de extraño que considere que quienes asisten son “el
público”. Prefiero entenderles como asistentes y/o
participantes. Y prefiero no considerar las acciones como un arte
“escénico” y “espectacular”.
Desde esa diferente concepción nunca se le impone nada a ninguna de
las personas que asisten -exceptuando la presencia del artista-.
Aunque he visto a performers con experiencia y trayectoria correr
persiguiendo a un espectador que no quería colaborar. Y otro no
menos experto y con tanta o mas experiencia, agredir violentamente a
los espectadores lanzándoles pesados tacos de madera, sin previo
aviso y ampliando cada vez más el radio de lanzamiento, arrinconando
al público . Se positivamente que Giusseppe no hizo esperar mucho a
su público, pero es precisamente la concepción de público lo que
permite los abusos.
En el caso de “La Espera”, tal vez la entrega del
certificado final viene a suavizar la situación al conceder al
público la categoría de co-performer. Es posible. Pero con respecto
al certificado hay algo que no me queda claro: ¿cómo se puede
certificar que el poseedor del certificado ha tenido un “completo
aprovechamiento del tiempo”? Tal vez en la realización de la
acción hubo algún elemento que yo no conozco y que sirvió para que
los asistentes, efectivamente, “aprovechasen el tiempo”.
Tal vez.
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