martes, 23 de diciembre de 2014

"LA ESPERA" DE GIUSSEPPE DOMÍNGUEZ.

    Fotografía de una acción anterior de Giusseppe Domínguez. Foto Ana Matey.




El pasado viernes, 19 de diciembre de 2015 a las 19h, Giusseppe Domínguez había programado una acción en Madrid,en el Patio de Martín de los Heros. El título de la acción “La Espera”.
Por una desafortunada coincidencia no pude asistir a la acción. Escribí a Giusseppe comentándole mi pesar por no haber podido asistir y pidiéndole alguna documentación para poder hacerme una idea de cómo había sido su acción. Me contestó recordándome que “eso de los vídeos/fotos... no me va mucho” y adjuntándome un texto que él utilizó, como hace habitualmente, en la preparación de la acción. Una buena parte de ese texto está en la convocatoria de la web de El Patio.

Basándome en ese texto puedo llegar a hacerme una idea de lo que pudo ser la acción, pero, por supuesto, nunca será lo mismo que haber estado allí. Las acciones son arte vivo. Por eso hay que vivirlas. Es cierto que luego, las buenas acciones, basta con contarlas en cuatro palabras para que cualquiera pueda saber lo que sucedió: “Chris Burden se hizo disparar en un brazo” “Marina Abramovic estuvo presente las ocho horas” “Isidoro Valcárcel Medina, el día de la inauguración de La Vaguada, preguntó en todas las tiendas cual era el artículo más barato que tenían” … Pero es claro que esas acciones tienen que tener un gran componente conceptual.

Y aquí es donde encaja la acción “La Espera”. Es evidente que alguien espera. Tal vez el público espera al artista o tal vez es el artista el que espera la llegada del público. O mejor “Giusseppe hizo esperar al público al que había esperado”. Corto y claro. Aunque hay que añadir, y no es detalle menor, que al final de la acción, “Se les entrega un certificado a cada uno con su nombre certificando que han sido público/performers que han asistido, realizado y aprovechado el acto de esperar.”

La mecánica es clara. La componente conceptual -el concepto de esperar y sus significados- también. Pero me surgen algunas dudas.
“Quien espera desespera”. Es posible que la sentencia sea antigua y obsoleta. Y es posible que Giusseppe no la conozca, aunque no lo creo. Lo cierto es que en ningún momento hace alusión a ello. A mi me preocupa por lo que tiene de relación con el público. Y por la posible reacción de este. Ya no es frecuente, pero en algunos teatros y otros actos públicos, se ha podido oír la cantinela “Que empiece ya, que el publico se va” y en algunos casos se continuaba con un “se cabrea” y su rima correspondiente. Hacer(se) esperar tiene sus riesgos y no parece que Giusseppe lo haya valorado.
Otro punto que me conflictiviza es la misma concepción de los asistentes como “publico”. Pero está muy claro desde la primera línea del texto-reflexión de Giusseppe que el se dirige a “Un espectador espectante (sic) que busca espectáculo.” Y si lo que él ofrece es un espectáculo, nada tiene de extraño que considere que quienes asisten son “el público”. Prefiero entenderles como asistentes y/o participantes. Y prefiero no considerar las acciones como un arte “escénico” y “espectacular”.
Desde esa diferente concepción nunca se le impone nada a ninguna de las personas que asisten -exceptuando la presencia del artista-. Aunque he visto a performers con experiencia y trayectoria correr persiguiendo a un espectador que no quería colaborar. Y otro no menos experto y con tanta o mas experiencia, agredir violentamente a los espectadores lanzándoles pesados tacos de madera, sin previo aviso y ampliando cada vez más el radio de lanzamiento, arrinconando al público . Se positivamente que Giusseppe no hizo esperar mucho a su público, pero es precisamente la concepción de público lo que permite los abusos.

En el caso de “La Espera”, tal vez la entrega del certificado final viene a suavizar la situación al conceder al público la categoría de co-performer. Es posible. Pero con respecto al certificado hay algo que no me queda claro: ¿cómo se puede certificar que el poseedor del certificado ha tenido un “completo aprovechamiento del tiempo”? Tal vez en la realización de la acción hubo algún elemento que yo no conozco y que sirvió para que los asistentes, efectivamente, “aprovechasen el tiempo”. Tal vez.

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