lunes, 12 de enero de 2015

"LOS ILUSOS" DE JONÁS TRUEBA.


En la Sala Berlanga de Madrid han proyectado el ciclo "Operas Primeras" dedicado, evidentemente, a directores noveles. Ayer, domingo 11 de enero de 2015, se proyectó la última película del ciclo "Los Ilusos", dirigida por Jonás Trueba.
Siendo breve: ni bueno ni malo, ni poco ni mucho, "ni gato ni perro de aquella color."
Como ya se da por supuesto al ser una obra primeriza, es pobre en medios y presupuesto y eso se nota. Hay abuso de primeros y primerísimos planos. La primera mitad es algo más entretenida que la segunda donde el ritmo decae y hay tomas -supuestamente preciosistas- muy largas y monótonas. Además, para hacer evidente que se trata de cine experimental, virada a blanco y negro. Y por supuesto, no cuenta nada, sólo da apuntes sin hilvanar hasta llegar a la secuencia final donde aparecen un par de niñas muy pequeñas jugando con cintas de cine y vídeo, en casa, con sus padres, que no han aparecido antes en la película y que nadie sabe qué hacen en ella. Para colmo, una de las niñas protagoniza el cartel anunciador de la película.
 Una reflexión colateral: cuando se busca en internet información sobre Jonás trueba, se puede leer que nació como Jonás Rodriguez Huete, que es hijo de Cristina Huete y Fernando Trueba, sobrino de Máximo y David Trueba y primo de Violeta Rodriguez. Cada cual componga el puzzle como quiera. A mi me da por pensar, y no es una tesis original, que estamos otra vez en la Edad Media.
Han vuelto las cruzadas, sólo que ahora en sentido contrario, vivimos bajo  gobiernos feudales y no existe la movilidad social: el hijo de rey es rey,  los hijos de cantantes son cantantes, los de cineastas cineastas, los de publicitarios idem de lienzo y hasta los dentistas -cirujanos maxilofaciales- cuando no tienen hijos, promocionan a sus sobrinos al cargo. Todo queda en famila. Como en el caso Trueba.

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