TEXTOS APÓCRIFOS_06

La curiosidad pica. Y mató al gato. Haz lo que debas. Se puso como un tomate. No hay vuelta de hoja. Y no hay que darle más vueltas. Todo tiene su porqué. Es que hay de todo en la viña del señor. Uvas dulces, uvas moscatel. Es un paraíso. Esto es un toma y daca. Del coro al caño y del caño al coro. Cuanto más lo pienso menos lo entiendo. ¡Ay, qué pocas entendederas tienes! Corto de luces. Pon las cortas. Salta, salta, salta, pequeña langosta. Tomar el tren. Tomar el pulso. Tomar la tensión. Tomar unas cañas. Tomar unos vinos. Tomar las de Villadiego. Y ponerse el mundo por montera. No sabe ni de la misa la media. Verbo renchir. Yo te rincho. Nunca es triste la verdad; lo que no tiene es remedio. Cada vez que considero que me tengo que morir tiendo la manta en el suelo y me harto de dormir. A pierna suelta. A cara de perro. Las cuatro verdades. Cantar las cuarenta. Al lucero del alba. Hablar por hablar. El que espera desespera. Pedirle peras al olmo. Cuéntame un cuento, abuelita. Por los pelos. El vaso de agua no lo es. De oca a oca. Como de la Ceca a la Meca. Las tres en raya. Jugar a la rayuela. ¡Chúpate esa! No somos nada. Y vengan de donde vengan. Vamos a por todas. Nadie hablará de nosotros cuando estemos muertos. Y usted que lo vea. Por un oído me entra y por otro me sale. No se dio cuenta de nada. Las prisas p'a na son buenas! Choca esos cinco. Cinco contra u no. Están de vuelta de todo. Sólo sé que no sé nada. Y es verde, verde el tono de tus ojos, amor. Canciones para después de una guerra. Me vuelve loco. Subirse por las paredes. Poner pie en pared. Aquí mismo. Echar rayos por la boca. No queda ni pizca. Y al burro muerto, la cebada al rabo.