Vallecas también ha sido siempre un núcleo de contestación obrera contra el sistema franquista y hoy parece que lo sigue siendo. Y digo parece porque los convocantes a la inauguración de una exposición en apoyo a Eugenio Merino creo que no son ni oriundos ni habitantes de Vallecas. Tal vez ha sido sólo la disponibilidad del espacio lo que ha llevado a Vallecas estas Jornadas Antifranquistas en las que
Participan: Alejandro Jodorowsky, Alonso Gil, Anónimo, Carlos Garaicoa, Cuco Suárez, Daniela Ortiz y Xosé Quiroga, Democracia, Domènec, Grupo Etcétera, Eugenio Merino, Fernando Sánchez Castillo, Francesc Torres, Xoan Torres, Kevin van Braak, Jorge Luis Marzo, Jorge Galindo, Juan Pérez Agirregoikoa, Kim, Lúa Coderch, Manuel Garcia, Noaz, Nuria Güell, PAN (Alberto Chinchón y Miguel Palancares), Raquel Anglés, Ramón González Echeverría, Reuben Moss, Rómulo Bañares, Rubén Santiago, Santiago Sierra, Tania Bruguera e Isidoro Valcárcel Medina.
Muchos e importantes nombres del arte contemporáneo nacional con la inserción de algunos de otras nacionalidades. Y entre ellos, algunos muy amigos del escándalo como herramienta para conseguir notoriedad y mercado.
Además de la pieza (la cabeza de Franco) de Eugenio Merino que ha merecido el honor de ser denunciado por la Fundación Francisco Franco -legalmente constituida y que goza de subvenciones estatales-, además de esa cabeza de Franco, hay tres de piezas de instalación, incluida una réplica de la mesa del despacho de Franco en El Pardo -si la réplica es exacta en medidas, Franco debía sentarse en una sillita enana- y también una vitrina que incluye un plano inclinado en el que están grabadas las letras de Franco y con un buen número de cucarachas que pugnan por subir la rampa. Hay además un par de vídeos, algún cartel y una serie de dibujos infantiles presuntamente hechos por "Carmencita Franco" (hija del dictador) También destaca una figura de porcelana blanca con forma de perro sentado que tiene como cabeza una del dictador.
Hacía mucho, muchísimo calor esta tarde en Vallecas, que está al sur de la ciudad y, como su nombre indica, en un valle, lo que hace aumentar la temperatura. Y había bastantes personas en un destartalado local a pie de calle. Abundaban las visitas al bar de la esquina en busca de cerveza fría y, en medio de la performance de Cuco Suarez, un hombre joven se ha desmayado y ha caído al suelo con un ruido seco y doloroso.
Cuco Suarez se ha hecho extraer tres jeringas llenas de sangre, lo que ha hecho Antonia Valero ataviada para la ocasión con una especie de uniforme de enfermera decimonónica. Después, con la sangre recogida en un tarrito de Cristal, Cuco Suárez lo ha arrojado contra un cartel con la imagen de Franco. El frasco no se ha roto a la primera y ha habido que lanzarlo una segunda vez -siempre supimos que el dictador era duro de pelar-. Luego, con un cepillo de barrer, Cuco Suárez lo ha mojado en la sangre derramada y ha embadurnado la cara del tirano muerto. A continuación ha sonado una sirena y, teatralmente, Cuco Suárez ha salido corriendo desde el local hasta la calle.
La exposición antifranquista sigue abierta los días 6 y 7.
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