sábado, 25 de febrero de 2017

POSTPRODUCCIÓN_2


     Debo, en cualquier caso, presentarte a J.G.
  
    Para que puedas evaluar su crítica. J. G. Licenciada en Filosofía. En sus treinta. Profesora de instituto. Casada con S. J.G. es una forma de vida cortazariana y psicoanalítica, inteligente y agresiva.
     Era Madrid y estaba apunto de terminar la primavera del 89. Querida Juana:
     Aprovecho un par de ratos libres, de esos tan raros de pillar, y reanudo el contacto.
     Antes que nada, repetidas gracias por tu atenta lectura de Operación Vídeo. Por cierto, ¿qué te parece el título? Hasta ahora nadie me ha comentado nada, lo que, en principio es positivo. También tengo que reconocer que nadie le ha dedicado tanto interés como tú. A ver cuando me dejas leer tu novela.
     Cambiemos de tema. ¿Dónde serán las vacaciones de este año? ¿Repetís América? Por mi parte estoy preparando un viaje a los USA que quiero que sea atípico, fuera de las rutas habituales -ya sabes, California, Disneylandia- y mi intención es atravesar algunos estados intermedios de esos de los que poca gente habla y que creo que son los que mejor te dan la medida de un país. Por supuesto que también incluyo NY, San Francisco y Whasington, pero lo que de verdad me atrae son las ciudades mediocre como San Louis, Kansas City, Denver o Salt Lake City.
     Lo malo del viaje es que no he conseguido encontrar compañeros y como no voy a poder hacerlo como yo quería, es decir, en coche. Tendré que hacerlo en autobús. ¡Son más de seis mil kilómetros! En fin, que no me pase nada. La verdad es que he pensado que este es probablemente el último año que puedo permitirme hacer un viaje de este tipo y quiero aprovecharlo. Ya te contaré a la vuelta.
     Volviendo al tema de mi novela -¡Ay de la recurrencia!- hoy probablemente me presenten a Leopoldo Alas unos amigos comunes a quienes les pasé el borrador y que, a su vez, se lo han pasado a él. Claro que independientemente de su opinión, ahora empieza lo más duro. Quiero llegar a las trescientas páginas y no sé cuanto tiempo me va a llevar el tema. Ya te iré dando noticias.
    Por mi propia y corta experiencia sé que estos días estás abarrotada de exámenes, notas y líos-fin-de-curso. Que te sea leve. Yo espero acabar hoy. ¡Porque estoy hasta el moñoooo!
    ¡Si al menos lo pagasen bien!
     Del resto de mi vida, pocas cosas que merezcan la pena contarse. Rutinas y problemas familiares -enfermedades, estancias, operaciones y visitas; padres, hermanos, tíos, sobrinos y demás parientes- que hacen todo lo posible por dificultarnos la vida. Como si la vida en sí misma no fuera ya lo suficientemente difícil.
     Quiero contarte ahora una anécdota -me da miedo reconocer que es otra cosa- que me pasó hace pocos días.

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