Como en años anteriores, también este año he querido participar en el Desfile de Carnaval. Y también como en ocasiones anteriores, me lo han impedido. ¡Y eso que un grupo de los que participaban también llevaban carteles de hombre anuncio, como yo! Claro que los suyos eran festivos y de colorines. El mío, como se ve en la foto, tiene otra clase de humor.
En vista de que no podría participar en el desfile, me he colocado, a pié firme durante dos horas, en la Plaza Mayor, junto al arco que da a la calle de la Sal. Muchísimas personas han visto el cartel y muchas de ellas han apreciado la ironía que encierra.
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