domingo, 22 de diciembre de 2013

EL FLAMENCO DE LAS MIGAS.

Hoy, dentro del pequeño ciclo de flamenco que ha programado la Sala Berlanga de Madrid, le ha tocado el turno a Las Migas que son, después de unas cuantas entradas y salidas, Alba Carrasco, voz, cante y baile y Marta Robles, voz, guitarra, letras, música y arreglos. Han estado acompañadas por un buen violonchelista y también al tres cubano, además un tocador del cajón flamenco con excesiva amplificación.

Las Migas hacen un flamenco acoplado. Es decir un flamenco de coplas y no de palos. Ellas prefieren decir que es flamenco fusión. En cualquier caso un flamenco en el que caben los boleros, las canciones sefardíes, las afrocubanas, las plegarias gallegas y la poesía en catalán. Y una pieza de sólo guitarra a cargo de Marta Robles. Como despedida también ha cabido un villancico un tanto rebuscado.

Se nota que Las Migas quieren hacer un espectáculo elaborado, hasta cierto punto intelectualizado -el de hoy tenía como hilo conductor el mar, los mares- y de ahí su ampliación del flamenco hasta otros terrenos muy distantes. Y aunque hoy han estado un tanto nerviosas a propósito de la "rever" y el volúmen de los micros y las amplificaciones, la voz y el gusto musical de Alba Carrasco son notables. Como también lo es, y mucho, la música que crea Marta Robles. Y cuando cantan a dúo -que pena que no lo hagan siempre- sus voces se acoplan a la perfección. Y hasta dejan un regusto a Vainica Doble.

Un "show" (en su acepción más comercial) que ha gustado mucho a los asistentes que llenaban la sala. Incluídos los gestos y los actos de diva de Alba Carmona. Yo creo que sobran, que un poco más de sencillez, sinceridad y entrega le irían mucho mejor.


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