Carolina
se levanta y, mientras guarda en el bolso las bragas y la botella de
orujo, dice sin mirar a nadie: ni mecenas ni me comes. Todos los
artistas sois iguales. Qué grima. Que gri … maldi … ta sea.
Saca el espejito, vuelve a mirarse el trasero para comprobar que ya
no se le marca nada más que el trasero. Se acerca al escritor que
sigue a lo suyo, ahora ya conectado todo él al ordenador. De la
boca, de las orejas y la nariz le salen cables que van a la pantalla,
al teclado y a la impresora.
Los
ojos son dos pequeños vídeos que cambian de imagen continuamente.
Carolina le rodea amorosamente y le papa hasta descubrir el cable
principal que va del culo del autor a la toma de corriente. Carolina
lo desenchufa. Se produce un chispazo y ya tenemos otro negro
fundido. Esto parece Sudáfrica.
Efectivamente.
Así es. Esto parece cualquier cosa menos una preproducción.
¿Ah,
pero no estamos ya en medio del fregado?
En
absoluto. Estamos todavía en la fase de acopio de materiales, pero
los que tu traes no sirven. Pregúntale al Almodovar. A lo mejor le
encanta meterlo en un guión suyo.
¿Queréis
oír
algo lleno de consejos sensatos y prácticos para quienes son en
muchos casos novatos en la ocupación de escribir?
Joder
que frase tan cursi. ¿Quien lo escribe?
Un
tal Esteban Vecino o algo así. El que escribió “En brazos de la
mujer madura”.
No
lo he leído. ¿Qué dice? El artículo, digo.
Pues
empieza pegando duro. Dice que no beberás, ni fumarás, ni te
drogarás. Y añade que para ser escritor necesitas todo el cerebro
que tienes.
Que
se lo digan a Henry Miller. O a Faulkner.
O
a Cela, sin ir jmás lejos.
Y,
a parte de chorradas, ¿Qué otras cosas dice?
Dice
que no tendrás costumbres caracteres Mira este, como si se pudiera.
El
tercer mandamiento dice que soñarás y escribirás y soñarás y
escribirás. Y que no existe otra forma de concebir un mundo
imaginario.
Me
parece muy bien. Pero no es este el caso. Aquí no se ha hablado para
nada de mundos imaginarios. Esta novela se llama Operación Vídeo.
Estamos en el terreno de la imágenes. En el terreno de la realidad
retardada.
Y
de la imagen recreada. Que hay 3D. Y existe la imagen generada. Y por
último están los Basulka.
Es
decir que vamos a mentir como bellacos. Y cuando la realidad no nos
guste, la vamos a cambiar para que esté más mona.
Yo
lo veo desde otro punto de vista. Se trata de que la realidad de cada
uno es tan subjetiva, que inevitablemente es falsa para los demás.
Por eso, arreglarla o no arreglarla, mentir o decir la verdad es lo
mismo. Al final es siempre un anuncio. O una novela, que para el caso
es lo mismo. Sueños. Mentiras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario