domingo, 19 de febrero de 2017

OPERACIÓN VÍDEO_45


     No puedes conocer tantos pájaros, dijo Exquisita. Yo también soy de pueblo y no conozco tantos. Pues nada, te hemos llamado porque estábamos aquí con Carlos y Ana, ¿sabes? Y no sé por qué me he acordado de ti. Y hemos dicho: es un tío cojonudo. Vamos a llamarle. Es que tú no cuentas nunca con la gente. Que hay que contar con la gente. Que te lo tengo dicho. Tu eres un putón verbenero. Si supieras en el sentido en el que te lo digo, te gustaría. Nos vemos entonces. Sí, en el Regaderas. Bueno. Hasta luego. Hombre, si ya estás aquí. Espera que voy a avisar a estos chicos. Qué loco estás. Casi tanto como yo. Iluso eres un risueño. Pues nada que estoy buscando novio para los fines de semana. Y me ofrezco como cocinera. ¿Por qué me llamaste el día de mi cumpleaños, que tu no sabías que era el día de mi cumpleaños? Tu eres un putón verbenero. ¡Uy que trompa llevo! Pero anda que tú. Oye, ¡y éstos? Es verdad. Se han perdido. ¡Uy qué loco estás! ¿Dónde vamos? ¿En serio? ¿De qué te ríes tanto? Eres muy risueño tú. Pero que loco estás Iluso. Lo dice Exquisita y tiene razón: No se puede ser blando. Al principio estuvo cautelosa. Hasta que creyó tener las riendas en la mano. Luego lo intentó todo. Y eso la perdió. No supo estar a la altura de las circunstancias. En esos casos, el suicidio. Una y otra vez. Como con la comida. A mí los canutos me dan MUCHA hambre. Y MUCHA clarividencia. No. No soy vidente. Pero con los canutos, casi preveo. Mira, hay algunas cartas que son muy claras, el sol o la Luna, La Muerte, que es que están ahí. Pero hay otras que saltan menos, que están en el medio como el Ermitaño. Tienes que aprender a hablar en el lenguaje de la gente. Al punqui como al punqui y al jipi como al jipi. Tienes que intentar ser joven. Tío, tú estás muy inadaptado. En esos casos el suicidio. Mírame a mí. Ahora ya no canto. Porque no quiero ser como María Ostríz, como yo la llamo. Y para eso prefiero no cantar. Pero sé que tengo mejor voz que la mayoría de la gente. Y echando las cartas estoy. Y como no soy vidente, pues me las tengo que apañar. Claro que lo blando es perfecto. ¿Cuanto tiempo hace que no oigo yo ternura y qué? Bueno, pues ternura y cariño, eso no es malo. Eso no es ser blando. Eso es otra cosa. Mira, a mi me pueden decir te voy a follar, o que ojos más bonitos tienes. Pero el problema es del que está en el medio. Que ni es ni no es. Ya sabes lo de los animales salvajes; que sólo atacan cuando huelen el miedo en el otro. La adrenalina, ya sabes. A mí nunca me han violado ni mucho menos. Así que no tengo miedo. No soy el tipo de mujer violada. Oye, este tío, el Ian Dury, ¿de qué va? Porque me suena mucho, pero ahora mismo no localizo nada suyo. Ah, es el de Espásticus Autísticus. ¿Es verdad que es poliomielítico? Ya. Con la que aluciné el otro día fue con la Nina Hagen. No, no sólo porque cante ópera, es que ella es distinta. Y además ella es muy religiosa. Pues que llegó un momento en que me vi. Era sólo su cara, pero era yo. Era mi cara. Yo estaba allí. Es que joder, una cosa es decirlo y otra sentirlo. Es que lo sentí. Yo era. No, no, ella era yo. Yo ya sé que con esta cara de antigua despisto un poco. Pero yo me visto un poco punqui y la mezcla está bien. ¿Me llevas a casa, o tomamos una copa, o qué hacemos ahora? No tío, es que como la cosa va de hablar por hablar, pues ...


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