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sábado, 27 de abril de 2013
APOLOGIA Y APOTEOSIS DEL SINVERGÜENZA.
El sinvergüenza no la tuvo para delatar a un amigo y ponerle en peligro. De haber ido a la cárcel, al sinvergüenza, le hubieran marcado la cara por chota. Él se la marcó así mismo con el bigote. No tuvo vergüenza alguna para declararse católico, apostólico y romano y apoyar la dictadura franquista. Ni para cenar con Franco. El sinvergüenza no dudó en firmar como suyas obras que no lo serían. Ávida Dolars, el Gran Sinvergüenza, tiene una exposición retrospectiva en el Museo Reina Sofía. Dicen que será la exposición del año y, desde que lo anuncian así, la profecía se autocumple.
Claro que en el momento en que estamos, cuando ya lo de que "La vanguardia es el mercado" está obsoleto porque hoy el mercado es la vanguardia y la retaguardia, cuando ha habido recientemente en ARCO cuadros hagiográficos de Franco y me temo que no tardaremos mucho en a-preciar las acuarelas del "pintor de brocha gorda", cuando estamos con seis millones de parados al borde del precipicio, como dibuja "Eneko", cuando presidentes de la patronal y vicepresidentes de grandes bancos son estafadores convictos, cuando los negocios sucios de la realeza son más sucios que nunca, cuando lo poco que nuestro sistema político tenía de democracia y lo poco que nuestro estado tenía de bienestar está desapareciendo a manos de los mercados ( perdón el Dios Mercado), no es de extrañar que M. Borja-Villel, antes valedor del arte actual y ahora director gerente del negocio-museo, haya llegado a la conclusión de que lo que hay que hacer es la exaltación, la apoteosis, del sinvergüenza.
"Cosas veredes mio Cid que farán fablar las piedras"
Y ya que estamos de citas, una, atribuida al muy inteligente sinvergüenza: "La inteligencia puede ser mala, la sabiduria siempre es buena". Otra, en la que se autodefine y que también se le atribuye, es una estupenda perla del método embustero-paranoico-crítico: "Realista y surrealista, con luz impresionista y trazo impresionante, delirio colorista colirio y oculista de ojos delirantes."
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jueves, 21 de marzo de 2013
ACCION STOP DESAHUCIOS
La cita a las 11,30 en la Plaza de Castilla (Madrid), a
la entrada de los juzgados. Se trata de protestar y presionar contra la
apertura de juicio a dos familias afectadas por el impago de la hipoteca
y amenazadas con el desahucio.
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miércoles, 13 de febrero de 2013
¿OFERTAS DE EMPLEO CULTURAL?
Periódicamente recibo los correos de un portal de Internet que se define como "el portal del profesional de la cultura". (De las industrias culturales podrían decir y serían más claros y menos petulantes) Pero a donde quiero llegar es a las curiosas ofertas de empleo que se publican en este portal:
"Aparejador/a con experiencia en seguros ¿?! Valencia.
Arquitecto Tecnico/a, Delineante, Ingeniero/a, Topógrafo/a. Navarra.
Jefe de obras de interior y exterior. Madrid.
Comercial para vender instrumentos musicales. España.
D.j./relaciones públicas. Cartagena (Murcia).
Contorsionistas/acróbatas. Baleares. ¿? España.
Monitor/a Fit/Kid ¿?, Teatro y Circo. Extraescolar. Barcelona."
Insisto en que toda oferta de trabajo, en estos momentos, es buena por el mero hecho de existir. Pero no deja de sorprenderme la amplitud de miras a la hora de considerar la extensión de los empleos culturales.
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viernes, 8 de febrero de 2013
¿SOBRAN ARTISTAS?
"Los comisarios/curadores jugamos con lo que conocemos, que reconozcámoslo, es poco. Reconocer la propia ignorancia es propio de sabios, pero sobre todo de personas prudentes y lógicas. Cada vez que salgo de mi país me doy cuenta de la inmensa ignorancia que, a pesar de intentar estar al día, de ver y leer todo lo que puedo, a pesar de que me llegue más información que a la mayoría de mis lectores, tengo con respecto a la realidad artística de otros países. Y la realidad artística no es sólo lo que reluce, sino lo que sostiene a lo que reluce. Cada día conozco artistas que no se qué hacen, de los que nunca había oído hablar… hasta tal punto que cuando me presentan a alguno del que conozco sus trabajos, me siento como si viera a alguien de mi familia. Mis amigos críticos, comisarios, de otros países me hablan de artistas singulares, brillantes..., que no conozco. Claro que yo me defiendo, haciendo lo mismo: la lista de artistas espléndidos que conozco yo y ellos no es más o menos igual de larga. Si a esto añadimos la riqueza y variedad de lenguajes, técnicas, y formatos, esta “ignorancia” es casi inabarcable e inevitable.
...................................................................................................
Pero incluso sin salir de tu propio país, cada vez es más difícil estar al día de las nuevas hornadas de jóvenes artistas o futuros artistas que salen de escuelas y facultades, de academias y aquellos otros que vienen directamente de cualquier territorio, legiones de personas que quieren contarnos algo, que quieren que nos fijemos en ellos, pues tienen algo que decirnos, que mostrarnos. Es imposible atender a tanta demanda. Ni los curadores/comisarios, ni los museos, ni los coleccionistas ni, por supuesto, las galerías por más que se multipliquen y sean cada vez más todos ellos, finalmente sólo quieren exponer a los mismos o a sus parecidos. Naturalmente no estoy diciendo que todos estos artistas que desconozco sean geniales e interesantes. Los miles de domingueros, anacrónicos, aburridos, copistas, huecos, repetitivos, miméticos… a esos ya los había eliminado antes de empezar a escribir."
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Hasta aquí dos párrafos de la última entrada que la valiente Rosa Olivares publica en el boletín Exit express.com. No puedo por menos que estar de acuerdo con ella en su análisis de la inabarcable cantidad de artistas que hay en la actualidad. Y eso que ella sólo habla de artistas plásticos, donde entiendo que incluye dibujo, pintura, escultura, fotografía, grabado,vídeo e instalación. No sé si incluye las artes escénicas y/o paraescénicas; teatro, danza, performance. Tampoco sé si se refiere a los músicos, en todas sus vertientes; de los clásicos a los jazzistas, pasando por el rock, el pop, el folk, rap, gospel, crooners y cantautores, etc., etc.
Por mi parte creo que habría que añadir a los artistas del cine y la televisión, a los arquitectos, porque también la arquitectura se proclama como una de las bellas artes. A los poetas y novelistas porque también tienen derecho a considerarse artistas. A los del circo y las varietés, a los artistas de cabaret y a los de spoken words, a los creadores de videojuegos. Grafiteros y otras vertientes del street art, diseñadores de moda o de objetos, ... A los trabajadores, en fin, de las industrias culturales todas y todos.
Y es que el arte, las artes, son hoy por hoy, en este planeta globalizado, omnipresentes.
Y esa globalización y omnipresencia nos obliga a cambiar el concepto que del arte tenemos. Hay cambio de paradigma también en el arte, las artes.
En un mundo en el que son "legiones de personas que quieren contarnos algo, que quieren que nos fijemos en ellos, pues tienen algo que decirnos, que mostrarnos.", ya no podemos mirar ni entender el arte como terreno privilegiado de unos pocos. Ya no es posible entender el arte producido por una minoría excelsa que pugna por hacerse con un nombre (marca) que le proporcione fama y dinero.
Cuando el dios mercado ha impuesto su democrático mecanismo de masas, todos vendemos y todos compramos algo. Todos somos artistas. Todos tenemos algo que decir, algo que mostrar, algo que vender. Cabe solamente elegir el canal de distribución por el que haremos circular nuestra mercancía. Sea la galería, el estudio, la pantalla, el escenario, la calle, el espacio atípico alquilado para la ocasión, o cualquiera de los rincones de la web: e-bay, youtube, myspace, soundcloud, o la página propia. Incluso un blog o un boletín son canales válidos. Porque en un mundo donde todos somos artistas, ya no hay arte. Sólo quedan los artistas y sus productos.
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jueves, 7 de febrero de 2013
EL MARCO EN EL QUE VIVIMOS.
A pesar del
tiempo transcurrido, sigue siendo muy válido este fragmento de un
largo texto de Angel Luis Lara, comentando #Occupy Wall Street y su
comparación/relación con el 15M, publicado en la web de Análisis
15M, el 20.09.2012
“Ese marco propone
una manera posible de pensar el presente que habitamos, entendiéndolo
como el espacio-tiempo de la culminación neoliberal de un
violentísimo proceso integral de reconfiguración de los poderes
tal como los definió Michel Foucault: poder soberano (hoy
ya no gobiernan los gobiernos, sino las instancias económicas
transnacionales y las agencias de calificación tipo Moody’s:
Democracy is dead), poder disciplinario (el viejo
orden industrial y su regulación a través de la relación salarial
tradicional se disuelven irremediablemente: Welcome Knowledge
Capitalism) y poder biopolítico (la precariedad se
constituye en forma de vida y condición universal por obra y gracia
del secuestro financiero de la moneda: Bye Bye Welfare).
Mundialización, sociedad postindustrial y capitalización de los
derechos y las prestaciones sociales es una triada con la que resulta
posible el abordaje del sentido de la coyuntura histórica presente.
La tercera de las coordenadas de esa triada, la constitución
biopolítica de un régimen generalizado de precariedad en el que los
derechos sociales se capitalizan, al mismo tiempo que se impone su
conversión definitiva en deuda colectiva (deuda pública) y en deuda
e inversión individuales (créditos y seguros privados), es la que
está provocado en países como España un estado general de shock
en el que la gente asiste, entre la indignación y la
incredulidad, al cambio radical de paradigma que significa el
desmantelamiento del Welfare. Desde este punto de vista, es
muy probable que el carácter multitudinario del 15M y su conexión
con amplios sectores de la población haya encontrado su caldo de
cultivo precisamente en los efectos anímicos y en los profundos
malestares generados por el carácter extremadamente virulento de
dicho cambio de paradigma.”
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miércoles, 6 de febrero de 2013
¿DONDE ESTÁ WALKER EVANS?
Walker Evans fue un gran fotógrafo que nos hizo ver la cara humana de la Gran Depresión de los Estados Unidos en 1.929. La pregunta es: ¿Dónde está el Walker Evans de nuesta Gran Crisis? ¿Quién nos está mostrando los rostros y los gestos de las personas que, en este país, están -estamos- sufriendo los efectos del capitalismo desbocado y las políticas que aplica? ¿Dónde está ese testigo implacable?
Por supuesto que las distintas plataformas contra los desahucios están haciendo un trabajo eficaz que ha conseguido parar muchos desalojos, pero esa impagable lucha solidaria no me parece suficiente. Por supuesto que algún partido político está denunciando lo injusto de la situación. Por supuesto que muchos ciudadanos nos manifestamos contra las medidas económicas que nos llevan a la miseria. Por supuesto. Pero yo quisiera conocer al "Walker Evans" de estos tiempos.
Quisiera ver el trabajo de alguien que nos muestre en primer plano los ojos tristes del parado, la angustia de la madre que tiene que robar para alimentar a sus hijos, la desesperación de quien va a ser expulsado de su casa, el horror de quienes no tienen ya ningún futuro. Quisiera ver esas imágenes para que sirvan de revulsivo y nos obliguen a reaccionar no sólo como individuos, sino como sociedad. Como la multitud de personas que necesita y quiere que la situación cambie. Yo quisiera que el "Walker Evans" de nuestros días nos hiciese, de una vez por todas, reaccionar y cambiar el presente para volver al futuro.
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miércoles, 9 de enero de 2013
¿FUTURE?
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STOP DESAHUCIOS POESIA VISUAL
En la convocatoria de Poesía Visual hecha por Boek Visual, he participado con
una pieza que se puede ver a continuación junto con el cartel de la
convocatoria -todavía abierta-.
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martes, 8 de enero de 2013
INTERNET Y EL CODIGO PENAL ESPAÑOL
Hace unos días circulaba en la red la siguiente información comparativa:
"Aprende a interpretar
correctamente el Código Penal siguiendo la lógica aplicada por la
industria y que considera que la reproducción, distribución y
comunicación pública de obras intelectuales que te den cualquier
beneficio o utilidad es delictiva. Para ello, practica con este
sencillo test.
Siguiendo la interpretación que hace la industria del artículo 270 del Código Penal, elige cuál es la acción considerada de mayor gravedad:
1. PREGUNTA:
(a) Luis se descarga una canción de Internet.
(b) Luis decide que prefiere el disco original y va a El Corte Inglés a hurtarlo. Una vez allí, y para no dar dos viajes, opta por llevarse toda una discografía. La suma de lo hurtado no supera los 400 euros.
RESPUESTA: La descarga de la canción sería un delito con pena de 6 meses a dos años. El hurto de la discografía en El Corte Inglés ni siquiera sería un delito, sino una simple falta (art. 623.1 del Código Penal).
2. PREGUNTA:
(a) Luis se descarga una canción de Internet.
(b) Luis va a hurtar a El Corte Inglés y, como se la va la mano, se lleva cincuenta compactos, por valor global de 1.000 euros.
RESPUESTA: Seguiría siendo más grave la descarga de Internet.. El hurto sería un delito, porque supera los 400 euros, pero sería de menor pena que la descarga (artículo 234 del Código Penal).
3. PREGUNTA:
(a) Sergio, en el pleno uso de sus facultades mentales, se descarga una canción de Malena Gracia.
(b) Sergio, en un descuido de Malena Gracia, se lleva su coche y lo devuelve 40 horas después.
RESPUESTA: Sería más grave la descarga. El hurto de uso de vehículo tiene menos pena, a tenor del artículo 244.1 del Código Penal.
4. PREGUNTA:
(a) Ocho personas se intercambian copias de su música favorita..
(b) Ocho personas participan en una riña tumultuosa utilizando medios o instrumentos que pueden poner en peligro sus vidas o su integridad física.
RESPUESTA: Es menos grave participar en una pelea que participar en el intercambio de compactos. Participar en una riña tumultuosa tiene una pena de tres meses a un año (art. 154 del Código Penal) y el intercambio tendría una pena de 6 meses a 2 años (art. 270 del Código Penal). Si algún día te ves obligado a elegir entre participar en un intercambio de copias de CDs o participar en una pelea masiva, escoge siempre la segunda opción, que es obviamente menos reprobable..
5.PREGUNTA:
(a) Juan copia la última película de su director favorito de un DVD que le presta su secretaria Susana.
(b) Juan, aprovechando su superioridad jerárquica en el trabajo acosa sexualmente a Susana.
RESPUESTA: El acoso sexual tendría menos pena según el artículo 184.2 del Código Penal.
(a) Ocho personas se intercambian copias de su música favorita..
(b) Ocho personas participan en una riña tumultuosa utilizando medios o instrumentos que pueden poner en peligro sus vidas o su integridad física.
RESPUESTA: Es menos grave participar en una pelea que participar en el intercambio de compactos. Participar en una riña tumultuosa tiene una pena de tres meses a un año (art. 154 del Código Penal) y el intercambio tendría una pena de 6 meses a 2 años (art. 270 del Código Penal). Si algún día te ves obligado a elegir entre participar en un intercambio de copias de CDs o participar en una pelea masiva, escoge siempre la segunda opción, que es obviamente menos reprobable..
5.PREGUNTA:
(a) Juan copia la última película de su director favorito de un DVD que le presta su secretaria Susana.
(b) Juan, aprovechando su superioridad jerárquica en el trabajo acosa sexualmente a Susana.
RESPUESTA: El acoso sexual tendría menos pena según el artículo 184.2 del Código Penal.
6. PREGUNTA:
(a) Pedro y Susana van a un colegio y distribuyen entre los alumnos de preescolar copias de películas educativas de dibujos animados protegidas por copyright y sin autorización de los autores.
(b) Pedro y Susana van a un colegio y distribuyen entre los alumnos de preescolar películas pornográficas protagonizadas y creadas por la pareja.
RESPUESTA: La acción menos grave es la de distribuir material pornográfico a menores según el artículo 186 del Código Penal. La distribución de copias de material con copyright sería un delito al existir un lucro consistente en el ahorro conseguido por eludir el pago de los originales cuyas copias han sido objeto de distribución.
7. PREGUNTA:
(a) Ramón, que es un bromista, le copia a su amigo el último disco de Andy y Lucas, diciéndole que es el "Kill'em All" de Metallica.
b) Ramón, que es un bromista, deja una jeringuilla infectada de SIDA en un parque público.
RESPUESTA: La segunda broma sería menos grave, a tenor del artículo 630 del Código Penal.
(a) Pedro y Susana van a un colegio y distribuyen entre los alumnos de preescolar copias de películas educativas de dibujos animados protegidas por copyright y sin autorización de los autores.
(b) Pedro y Susana van a un colegio y distribuyen entre los alumnos de preescolar películas pornográficas protagonizadas y creadas por la pareja.
RESPUESTA: La acción menos grave es la de distribuir material pornográfico a menores según el artículo 186 del Código Penal. La distribución de copias de material con copyright sería un delito al existir un lucro consistente en el ahorro conseguido por eludir el pago de los originales cuyas copias han sido objeto de distribución.
7. PREGUNTA:
(a) Ramón, que es un bromista, le copia a su amigo el último disco de Andy y Lucas, diciéndole que es el "Kill'em All" de Metallica.
b) Ramón, que es un bromista, deja una jeringuilla infectada de SIDA en un parque público.
RESPUESTA: La segunda broma sería menos grave, a tenor del artículo 630 del Código Penal.
8. REGUNTA:
a) Juan fotocopia una página de un libro.
b) Juan le da un par de puñetazos a su amigo por recomendarle ir a ver la película "Los Ángeles de Charlie".
RESPUESTA: La acción más grave desde un punto de vista penal sería la "a", puesto que la reproducción, incluso parcial, sería un delito con pena de 6 meses a dos años de prisión y multa de 12 a 24 meses. Los puñetazos, si no precisaron una asistencia médica o quirúrgica, serían tan solo una falta en virtud de lo dispuesto en el artículo 617 en relación con el 147 del Código Penal."
a) Juan fotocopia una página de un libro.
b) Juan le da un par de puñetazos a su amigo por recomendarle ir a ver la película "Los Ángeles de Charlie".
RESPUESTA: La acción más grave desde un punto de vista penal sería la "a", puesto que la reproducción, incluso parcial, sería un delito con pena de 6 meses a dos años de prisión y multa de 12 a 24 meses. Los puñetazos, si no precisaron una asistencia médica o quirúrgica, serían tan solo una falta en virtud de lo dispuesto en el artículo 617 en relación con el 147 del Código Penal."
Para terminar una cita del viejo pensador que resultó profética:
Decía Marx que bajo
las condiciones de producción del capitalismo, el arte se convertía
en mercancía y sus productos en parte integrante de la industria
cultural.
Y lo peor de todo es que los propios artistas han aceptado y aplaudido como buena la apropiación que el capitalismo desbocado hace de su trabajo. Y se reclaman, orgullosos de ello, "productores de la industria cultural". Será realmente un trabajo difícil, si no imposible, cambiar este sistema profundamente injusto, en la medida en que una gran mayoría de la población mundial ha asumido como suyos los valores del capital.
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jueves, 3 de enero de 2013
CUIDATE DEL LENGUAJE "POSITIVO".
Aunque es un poco largo, se lee fácil y rápidamente por lo interesante de lo que dice. O si lo prefieres puedes descargarte el PDF.
Gracias al colectivo de Análisis del 15M por hacerlo circular.
Artículo completo en PDF
PIENSA EN POSITIVO… Y SOMÉTETE
Por Clara Valverde Gefaell
1. Pizza G, “Antonio Gramsci y la antropología médica contemporánea. Hegemonía, ‘capacidad de actuar’ (agency) y transformaciones de la persona”, Revista de Antropología Social, año/vol 014, Universidad Complutense de Madrid, Madrid, 2005. Pp 15-32.
2. Michaels D, Doubt is their product: how industry’s assault on science threatens your health, Oxford University Press, New York, 2008. 3. Ehrenreich B, Ehrenreich B, Smile or die: How Positive Thinking Fooled America and the World, Granta, Londres, 2009.
4. Losier M, Law of Attraction: The Science of Attracting More of What You Want and Less of What You Don’t, Losier, Victoria B.C., Canada, 2003.
5. Volkan V, “Traumatizad societies and psychological care: Expanding the concept of preventive medicine”, Mind and Human Interaction, 2000, 11 pp. 177-194.
6. Lebovici S, “On intergeneracional transmisión: From fililation to affiliation”, Infant Mental Health Journal, Vol 14(4), Win 1993, pp. 260-272.
7. Kellerman P.F., Sociodrama and Collective Trauma, Londres: Jessica Kingsley Publishers, 2007.
8. Korman V, Trencadís, Gaudianas psicoanalíticas, Barcelona, NC ediciones, 2010.
9. http://psicologia.laguia2000.com/ps…
10. Comunicación personal, David Abadal, Director Equipo Àlex Rovira, 19 de agosto de 2011.
11. Monràs P, Generosidad, ¿con quién?, http://www.cperc.net/
12. Muntaner C et al, “Unemployment, informal work, precarious employment, child labor, slavery, and health inequalities: pathways and mechanisms”, International Journal of Health Services, Volumen 40, No2, pp 281-295, 2010.
13. Generalitat de Catalunya Departament de Salut, Guia per a la enfermera. Sessions grupals psicoeducatives en l’episodi depressiu a l’atenció primária. Àmbit de Barcelona Ciutat, Àrea de Salut Mental, Institut Catalá de la Salut, 2006.
14. Valverde C., “‘ Los cuerpos del delito’: injusticias y oportunidades en los Síndromes de Sensibilidad Central”, Papeles de relaciones ecosociales y cambio global, No 112, 2010/11, pp.141-153.
15. http://www.asssem.org/2011/06/el-ma… radiografia-las.html
16. Jason L y Taylor R, “Measuring Attributions About Chronic Fatigue Syndrome”, J of Chronic Fatigue Syndrome, Vol. 8, Numbers 3-4, 2001, pp. 31-40.
Gracias al colectivo de Análisis del 15M por hacerlo circular.
El lenguaje positivo como “sentido común” o el consentimiento del neoliberalismo
Fuente : El Viejo Topo. Nº 286 de noviembre de 2011Artículo completo en PDF
PIENSA EN POSITIVO… Y SOMÉTETE
Por Clara Valverde Gefaell
Las palabras no son neutras: sirven para hacer algo
en el que las escucha. Para empezar, construyen sentido común. Eso
lo sabe muy bien el capitalismo; así, la primera y más necesaria
tarea del neoliberalismo es construir el consentimiento de los
ciudadanos para poder mantener las injusticias y desigualdades. Dicho
y hecho: mediante el tan de moda “pensamiento positivo” se está
produciendo la incorporación de las ideas y del lenguaje de los
ricos y los privilegiados en las mentes de las clases subalternas. Y
esa es la más poderosa táctica para reforzar y mantener el
neoliberalismo.
No me gaste las palabrasNeoliberalismo
No me cambie el significado
Mire que lo que yo quiero
Lo tengo bastante claro.
MARIO BENEDETTI
Los partidarios del neoliberalismo argumentan que es
un enfoque económico que asegura el bienestar del individuo a través
de la privatización y de los mercados libres. Pero la realidad es
bien diferente. La etapa actual del capitalismo comenzó con el golpe
de estado de Pinochet, ayudado por los economistas de la escuela de
Chicago en 1973, y ahora hay pocas economías y gobiernos que no se
rijan por el neoliberalismo. Como ya se ha hecho dolorosamente obvio
en la vida cotidiana de la mayoría de los ciudadanos del planeta,
bajo el neoliberalismo, el bienestar del individuo no cuenta porque
es un proceso que tiene como objetivo que la riqueza y el poder se
concentren en sólo unos pocos.
Las medidas de pioneros neoliberales como Margaret
Thatcher o Ronald Reagan como, entre otras, retirar la presencia del
Estado de los servicios públicos y venderlos al sector privado para
que sean rentables para sus nuevos dueños, son ahora la realidad en
casi todos los países. Y el hecho de desmantelar el estado de
bienestar en los países donde ya había comenzado a existir, o de
impedir su creación en los que todavía no se había constituido, es
posible gracias a la gran ayuda del lenguaje del pensamiento
neoliberal.
Que el discurso del Fondo Monetario Internacional
(FMI) sea que todos los ciudadanos tienen que hacer un esfuerzo para
mantener el neoliberalismo, tiene sentido para el FMI, organismo que
no ha sido elegido democráticamente. Lo que es escalofriante es que
ciudadanos que viven por debajo del umbral de la pobreza repitan el
mismo discurso de que “todos tenemos que poner de nuestra parte”
ante el rescate de los bancos y los recortes de los servicios
públicos, los sueldos y las pensiones. Esto demuestra que la primera
y más necesaria tarea del neoliberalismo es construir el
consentimiento de los ciudadanos para poder mantener las injusticias
y desigualdades. A través de los políticos, sus élites y expertos,
y de la prensa, se utiliza el lenguaje para poder generar y mantener
un “sentido común”, como decía Gramsci, en el que la
desregulación y la privatización, que llevan a que los ricos sean
más ricos y los pobres más pobres, parezcan lo “bueno” y lo
“normal” (1).
En el Estado Español, en los últimos años,
mientras el gobierno ha recortado las pensiones, las ayudas a la
dependencia y los sueldos de los funcionarios para mantener el euro a
flote y ser visto con buenos ojos por el FMI, mientras el dinero
público ha rescatado los negocios privados, mientras compañías
como Telefónica han obtenido grandes beneficios pero han dejado en
el paro a un alto porcentaje de su plantilla, las cámaras de
comercio han llevado a cabo una campaña para que todos los
ciudadanos colaboren con su propio empobrecimiento. Refiriéndose a
la crisis económica creada por los propios especuladores y bancos,
personajes vistos como “progres” como Juan José Millás y Andreu
Buenafuente o modelos para la juventud como Pau Gasol, han aparecido
en los medios de comunicación repitiendo el lema de la campaña:
“Entre todos lo arreglamos”. Esta perversa campaña se desarrolló
en el 2010 sin alarma social y con poca protesta.
Bajo el neoliberalismo, mientras las desigualdades
aumentan, son los propios desfavorecidos los que apoyan las
injusticias. La incorporación de las ideas y del lenguaje de los
ricos y los privilegiados en las mentes de las clases subalternas es
la más poderosa táctica para reforzar y mantener el neoliberalismo.
El lenguaje positivo como “sentido común”
Raramente el lenguaje es un instrumento puramente de
comunicación. Las palabras no son neutras: sirven para hacer algo en
el que las escucha. El lenguaje es la mejor arma del capitalismo
neoliberal para allanar el camino e imponer políticas que favorecen
la reorganización de los bienes y servicios y, así, se enriquece
una minoría mientras se desatiende a la mayoría, a la que sin
embargo se convence de que lo que se está llevando a cabo es bueno y
necesario. Para ver y comprender los abusos y las injusticias
perpetuadas por el poder, Gramsci nos recuerda que es importante
entender el origen y los objetivos estratégicos del control social.
Y los escritos de Michel Foucault nos animan a analizar el discurso
de los grupos de poder, ver cómo funciona y saber identificar sus
trampas.
El Estado, con el lenguaje, crea su propio “sentido
común” para poder hacer aceptable lo inaceptable, lenguaje que se
infiltra en toda la sociedad a través de sus canales de poder y
construye así una hegemonía. Y para que exista una hegemonía, no
sólo los grupos dominantes tienen que imponerse, sino que los
ciudadanos tienen que llegar a estar convencidos de que las ideas de
estos grupos les van a beneficiar. Cuando la población está
convencida de que la privatización de los servicios sanitarios es lo
más “eficaz” y “positivo” o de que todo ciudadano tiene que
ayudar al gobierno a salir de la crisis económica, el neoliberalismo
ya tiene poco trabajo que hacer. Sus políticas no serán
cuestionadas.
Este proceso de convencimiento comienza con el
encuadre del debate. El Estado presenta los términos y los límites
en los que los temas se pueden pensar y discutir de forma sutil, a
través de sus expertos y elites, de la prensa y de los políticos. Y
de esta manera, el Estado no tiene que ejercer la represión sino la
clasificación. Los grupos dominantes se apoderan del discurso, lo
definen y le dan legitimidad, haciendo referencia a lo que es
“aceptable” y lo que es “sentido común”.
El desarrollo y el uso del positivismo es una
aplicación muy útil del lenguaje para el control de las mentes de
los ciudadanos en tiempos neoliberales. Con el uso del llamado
“pensamiento positivo” se está pasando del control externo al
control interno de la población en todos los aspectos de la vida:
laboral y económico, sanitario, educativo, etc. Vemos cómo la
infiltración de los valores neoliberales en los individuos que
interiorizan estas normas sociales y pensamientos, les impiden ver la
realidad del neoliberalismo. También les hace sentirse culpables de
su situación individual: paro, problemas para pagar la hipoteca,
enfermedad, etc. El ciudadano, en un trabajo precario o en el paro,
bombardeado con mensajes de la importancia de “pensar en positivo”,
desarrolla dudas sobre sus posibles desacuerdos con las políticas
actuales y su malestar con su propia situación. Crear dudas en la
población es de gran importancia para que el Estado y sus elites
lleven a cabo sus proyectos económicos (2).
Por todos los canales posibles (sistema sanitario,
empresas, medios de comunicación, deportes, etc), se ha conseguido
imponer una forma de ser y de pensar particular como única, y si
alguien no consigue mantener el pensamiento “positivo”, se le
tacha de ser uno de esos nuevos “pecadores” que tiene
pensamientos “negativos”.
La pandemia del “pensamiento positivo”, que se
utiliza para intentar convencer de que perder el trabajo es una “gran
oportunidad para abrirse nuevos horizontes” o de que el tener
cáncer es “un regalo para ver la vida con más optimismo” es,
como decía Bourdieu, una “violencia simbólica” en la que un
grupo impone significados, ideas y símbolos sobre el resto.
Pensamiento positivo made in Spain
El “pensamiento positivo” se ha desarrollado
sobre todo en los Estados Unidos, donde ha reemplazado los viejos
esquemas calvinistas de “bueno/malo”, de la importancia del
esfuerzo individual y de la necesidad de estar siempre vigilando los
pensamientos de uno mismo por si se vuelven “negativos” (3). El
pensamiento “positivo” ha infiltrado todos los aspectos de la
vida de los norteamericanos (incluidos los canadienses y los
mexicanos), a quienes acompañan desde su primer café de la mañana
los mensajes y las órdenes de ver las injusticias como oportunidades
desde la taza del desayuno con el mensaje “Tu día es lo que tú
decides”, pasando por la camiseta con la que se viste en la que lee
la frase “La realidad es el espejo de tus pensamientos”, hasta el
coche que conduce a su trabajo (mal pagado) con una pegatina que dice
“La crisis es oportunidad” en una oficina decorada con un cartel
que reza: “Leer pensamientos positivos cambia la realidad”.
El pensamiento positivo predicado por el
neoliberalismo anima a negar la realidad y asegura que si se piensa,
por ejemplo, en tener más dinero, el pensamiento en sí ya lo
atraerá. Esta idea llegó a su máxima aceptación con la
publicación, en los EEUU, del libro El Secreto, que ha tenido un
éxito sin precedentes predicando “la ley de la atracción”. Si
quieres algo, dice la autora, sólo tienes que “atraerlo” con tus
“pensamientos positivos”. (En España, los profesores de ESADE
Alex Rovira y Fernando Trías de Bes publicaron una breve pero
exitosa imitación de ese libro, La Buena Suerte). Esta idea ha
calado profundamente en la sociedad norteamericana. Cuando estas
ideas han sido criticadas, los partidarios de la atracción positiva,
a través de la prensa, libros y una película, han asegurado que sus
ideas están basadas en la física cuántica (4), retórica que
también están repitiendo los “emprendedores” españoles. Esta
manipulación de la física cuántica está dando al pensamiento
positivo del neoliberalismo un toque “científico” para hacerlo
más aceptable. Sólo hay que ver la repentina avalancha de libros
divulgativos sobre la física cuántica, entre otros la novela del
profesor de ESADE, Alex Rovira, La Última Respuesta, para confirmar
que el pensamiento positivo neoliberal se está instalando el Estado
Español.
Podría pensarse que en el Estado Español, con su
cultura mediterránea, su tendencia a la informalidad y con un
catolicismo que pierde seguidores y que mantiene la “trampa” de
la confesión como válvula de escape, el positivismo no iba a tener
éxito. Pero vemos que el positivismo está creciendo con alarmante
rapidez sin ser cuestionado. Desde las elites políticas y económicas
hasta las médico-científicas, que ven el “negativismo” del
paciente como la etiología de su enfermedad, desde los medios de
comunicación hasta los deportistas que hacen publicidad para los
bancos, la vida cotidiana de los españoles está saturada del
pensamiento positivo.
Aunque el catolicismo y su cultura de la culpa han
dejado una profunda huella en el Estado Español, el positivismo,
sobre todo con su enfoque binario y su absolutismo, es la tirita, el
bálsamo para el trauma transgeneracional que se arrastra sin
elaborar desde hace 75 años, trauma de la Guerra Civil Española, de
la posguerra y de la dictadura. La gran herida colectiva del Estado
español, que tanto necesita ser curada en una tarea compartida entre
los nietos de los que vivieron esa violenta etapa, no sólo lleva
años siendo evitada, sino que se cronifica y se perpetúa ahora con
el binarismo “positivo/negativo” del pensamiento positivo,
reproduciendo así esquemas como “rojos/nacionales” y
“vencedores/vencidos” y manteniendo el miedo a cuestionar. El
absolutismo “bueno/malo” encuentra su eco perfecto en la
ideología positivista y ayuda a mantener la representación mental
del trauma de los antepasados (5).
La vulnerabilidad y la humillación (que se
manifiestan por la vergüenza y por procesos de autonomía personal
alterados) que permanecen en la identidad de la sociedad de posguerra
y posdictadura, encuentran en el positivismo una respuesta al mandato
transgeneracional (6) de en contrar una seguridad superficial y
rápida, y así calmar los incomprensibles temores heredados de los
abuelos sin ser verbalizados ni elaborados (7). El positivismo en el
Estado Español perpetúa el trauma transgeneracional congelado en el
retorno de lo reprimido como síntoma colectivo y ahora, no sólo es
una arma muy útil para fomentar y mantener el neoliberalismo y sus
políticas antisociales, también nos condena a un “acting out”
inútil y a una repetición compulsiva de las divisiones.
Como no hay ciudadano en el Estado Español que esté
exento de las marcas provenientes de la GCE y de la posguerra por la
transmisión psíquica de una generación a la otra (consciente o
inconsciente) (8), el bálsamo superficial del pensamiento positivo
goza y seguirá gozando de una gran aceptación con pocas críticas
en todos los ámbitos de la vida de la ciudadanía con el peligro que
esto supone en tiempos neoliberales.
Emprendedores positivos
La aplicación del pensamiento positivo y su
lenguaje está teniendo un éxito especial en el mundo empresarial
español. Quedan pocas universidades en España que no tengan una
“Cátedra Emprendedora”, organizada en colaboración con las
cámaras de comercio, para “promover el espíritu emprendedor” y
“fomentar la creación de empresas desde la Universidad”. Este
nuevo espíritu “emprendedor” argumenta (sin pruebas científicas)
que “cerca del 78% de nuestros pensamientos son negativos y el 22%
son positivos (9), y que si el jefe se plantea despedirte, hay que
“darle la vuelta a los pensamientos negativos y descubrir lo
positivo”.
A través de dos aplicaciones más modernas de la
coercitiva Terapia Cognitivo-Conductual (TCC, con sus recompensas
para pensamientos positivos y sus castigos para los pensamientos
negativos, el Coaching y la Programación Neurolingüística (PNL)
están siendo utilizados en el mundo empresarial para, como dice el
libro PNL para líderes, publicado por la Universidad de Extremadura,
generar estrategias de éxito. El Coaching Empresarial se ofrece en
casi todas las universidades españolas para entrenar a los
“emprendedores” en “los elementos personales que influyen
directamente en los resultados económicos de la empresa”. Esta
mejoría en la economía de la empresa, según explican el PNL para
ejecutivos y el Coaching Empresarial se consigue si los empleados
“controlan sus estados mentales negativos y los cambian por
positivos”.
Todo esto, aseguran los cursos de ESADE de Coaching
Empresarial, incluye la “identificación de estrategias de
recompensa que motiven a los empleados a mejorar su compromiso y
lograr resultados” y “el estímulo de las relaciones de los
empleados creando una actitud de propietarios”. Se quiere fomentar
una “actitud”, pero no una realidad en la que los empleados
compartan la propiedad de la empresa.
Es significativo el éxito sin críticas del
libro La Buena Crisis del profesor de ESADE Alex
Rovira (para quien la crisis efectivamente ha sido buena, porque
cobra 10.000 euros por conferencia (10)), que ha sido traducido a 35
idiomas, ha vendido medio millón de ejemplares, y sus cursos,
conferencias e ideas están presentes en las empresas y en la vida
política del país. La tesis de Rovira es que la crisis económica
actual es, en realidad, una crisis de “conciencia individual”.
Como ejemplo de la actitud que se debe tener ante la crisis, Rovira
hace referencia a “los países con carencias” en los que los
ciudadanos “comen raciones paupérrimas” pero “viven con el
ingenio y la sonrisa”. En todos sus libros, conferencias y clases a
ejecutivos y políticos, Rovira repite el mensaje de que no sólo
tenemos que dar las gracias a la crisis (“A ti, Crisis, por todo lo
que das, por todo lo que eres… por la Belleza y la vida que nacen
en ti. Por todo, Gracias. A todo, Sí”), sino que, como se decía
en tiempos menos políticamente correctos sobre la violación, nos
invita a relajarnos mientras vivimos las consecuencias de la crisis:
“Si quieres relajarte, disfruta de la crisis”. Rovira repite una
y otra vez que hay que ser positivo ante la crisis económica y nos
asegura que “nuestra voluntad positiva nos regalará herramientas
espirituales y psicológicas para asumir o enfrentarnos a un nuevo
escenario desconocido por todos”.
Pero Rovira no es muy amable o “positivo” con el
lector y le tacha de “negativo”, como un viejo cura reprimiendo a
un pecador, por sentir rabia hacia sus jefes o su banco (“El amor
no es una patraña. Aseguras que no puedes querer a tu jefe ni a esos
bancos que te han destrozado los sueños de bienestar material. ¡Qué
narices!”) al mismo tiempo que le critica tener “hambre por las
posesiones” incluida “tu fantástica televisión de plasma” y
aconseja vivamente: “Deja de perder los estribos ante las finanzas
y persevera tu oro interior”.
Con un poco más de elegancia que Rovira, Pere
Monràs predica sobre la importancia del lenguaje en el mundo
empresarial. Monràs insiste en que “trabajar las palabras se hace
cada día más relevante” y propone cambiar el significado y el uso
de la palabra “generosidad” no para ayudar a los más
desafortunados, sino porque puede ser “la gran herramienta de
recuperación de la confianza, imprescindible para construir nuevos
modelos de relaciones económicas” (11). Sería tal vez esa
interpretación del concepto de la “generosidad” la que tuvo
Monrès durante su importante carrera como director del Institut
Catalá de la Salut y luego como director del Hospital Parc Taulí
(en el cual fue denunciado por mobbing), cargos que han desaparecido
de su currículum. Ahora sólo figura como “presidente fundador de
Helix3c, promotor de la Red de emprendedores Growing Up y
vicepresidente de la fundación privada Cercle per al Coneixement”.
El Cercle per al Coneixement aglutina a empresarios,
la mayoría de los cuales se establecieron gracias al tiempo pasado
en la administración pública, y ahora dicen ser teóricos y
pensadores del “optimismo para tener una industria competitiva”.
En sus textos de presentación critican “un estudio reciente sobre
los libros de texto de dice que la palabra ‘empresa’ casi no se
nombra, y cuando aparece, el 95% de las veces lo hace con
valoraciones despectivas o negativas”. Explican que casos como
estos “corresponden a unos valores instalados en la sociedad”,
valores de los jóvenes que desde el Cercle denuncian: “¿Cómo
hemos podido llegar a esta situación?… ¿Cómo es posible que los
jóvenes que se matriculan en la universidad escojan sobre todo
carreras de letras?”. Critican también la atracción de la
sociedad hacia lo público cuando, subrayan con cierta indignación,
“lo público está pagado a partir de los impuestos que pagamos las
personas y las organizaciones públicas y privadas, pero se necesita
también una sociedad privada, industrial, porque es la que tiene más
oportunidades de generar y repartir riqueza o bienestar”. Y por si
no lo sabíamos ya, nos recuerdan que “en la sociedad del bienestar
no está todo resuelto”.
Enfermos negativos
En el ámbito de la salud, el positivismo está
siendo de gran utilidad para las administraciones sanitarias en
tiempos neoliberales para deshacerse de la responsabilidad de atender
a las personas enfermas. Se intenta convencer a los ciudadanos de que
su salud es sólo su responsabilidad individual, y que cualquier
enfermedad es el producto de “actitudes negativas” y no de, entre
otros, factores como las desigualdades socio-económicas, los tóxicos
en el medio ambiente, los desarreglos orgánicos o la microbiología.
En resumen: se culpa al enfermo.
Las desigualdades sociales y los trabajos precarios
son algunos de los factores desencadenantes de los problemas de salud
mental (12), pero, en vez de ofrecer servicios sociosanitarios en los
que la persona con ansiedad o depresión pueda ser escuchada y
escucharse, pueda elaborar sus sentimientos y recibir apoyo, o un
espacio en el que pueda conectar su realidad con la de otros que se
sienten como él, se le culpabiliza y se le convierte en su propio
castigador.
En Cataluña, las personas con depresión o ansiedad
que acuden a su médico de Atención Primaria son medicadas y, a
menudo, derivadas a grupos “psico-educativos” (guiados por
profesionales de enfermería sin formación en psicología ni en
dinámica de grupos). Los objetivos de estos grupos son que el
paciente tome su medicación y que “sustituya sus pensamientos
distorsionados por otros más adaptativos” (13). Se explica a los
pacientes que sus pensamientos “negativos” están
“distorsionados”. Cuando el participante, a quien no se le anima
a hablar ni a compartir con los otros participantes, sino a escuchar
la presentación Powerpoint, verbaliza dificultades con su realidad
como el paro, la situación económica, aislamiento social, etc., se
le enseña a interrumpirse a sí mismo diciéndose “‘stop’ o
‘para’ o a través de una estimulación negativa (como por
ejemplo: pellizcarse)”. Después de esa autoflagelación, se
“entrena” al paciente a argumentar contra sus propios
pensamientos “negativos”: “¿Es realista y objetivo lo que
pienso?” y “¿Me sirve de algo pensar así?”. El resultado es
que la persona duda de su verdad y de sus sentimientos sobre su
situación y se siente juzgada por pensar lo que piensa. También se
siente culpable de causarse su depresión. Sobre todo, después de
asistir a las 12 sesiones, la persona deprimida o con ansiedad estará
aún más lejos de cuestionar la realidad socioeconómica en la que
vive.
En el Estado Español, la formación universitaria
de los psicólogos es fundamentalmente cognitivo-conductual. En esta
rama de la psicología, que se ejerce a través de la Terapia
Cognitivo-conductual (TCC), el enfoque está en “los errores” de
la manera de pensar del paciente y en cambiar sus pensamientos
“negativos” por otros “positivos” (aunque algunos autores
españoles ahora enmascaran esas expresiones con otras como:
“primeros pensamientos” –que son negativos y que hay que
cambiar– y “nuevos pensamientos” –los buenos y razonables).
Da igual cómo se les llame o cómo se les disfrace: la idea es no
fiarse del pensamiento crítico de uno mismo, autocensurarse y
castigarse.
La TCC se está utilizando en la sanidad pública,
por ejemplo, para no dar tratamientos relevantes a los enfermos de
los Síndromes de Sensibilidad Central (SSC) como el Síndrome de la
Fatiga Crónica, las Sensibilidades Químicas Mútiples y la
fibromialgia (14). Aunque las bajas laborales y las pensiones de
estos 3 millones de españoles enfermos dependen de su participación
en grupos de TCC en los cuales se les ridiculiza y culpabiliza, las
asociaciones de enfermos han comenzado a denunciar este abuso como,
por ejemplo, a través del documental La goma y el marrón (15). La
“goma” se refiere a la goma elástica que se pide a los
participantes que lleven en la muñeca 24 horas al día para hacerse
daño tirando de ella cuando tengan un pensamiento “negativo”. El
enfermo de SSC, sin duda, tiene muchos pensamientos “negativos”
sobre el tener una enfermedad que es inmunológica o neurológica con
síntomas severos, para la cual las listas de espera son de 3 años
en la sanidad pública y donde se pretende que la TCC es un
“tratamiento”. También, sin duda, tiene pensamientos negativos
sobre no ser creído por la sociedad y ser visto no como una persona
enferma sino como un “vago” o un “cuentista”, por estar
demasiado enfermo para trabajar y no tener ingresos, y sobre tener
una calidad de vida peor que si tuviera esclerosis múltiple (16).
Además de su desamparo y su sufrimiento físico, estos enfermos
tienen que hacerse daño y criticarse por no ver la incomprensión y
la discriminación por parte de las administraciones públicas como
“positivas”.
Escuchar, pensar, cuestionar y hablarLo importante no es creer. Lo importante es no creer.
AGUSTÍN GARCÍA CALVO
¡No nos lo creemos!
Pancarta del 15M
Cuando el Estado reprime a la población con
violencia física o con palabras ofensivas, es más fácil que los
ciudadanos entiendan que están siendo agredidos. Pero lo difícil es
ver las injusticias, las manipulaciones y la violencia que hay debajo
del lenguaje “positivo”. Si, como dice David Harvey, la primera
arma del neoliberalismo es el lenguaje, urge que la ciudadanía
desarrolle sus habilidades de escuchar y cuestionar la retórica del
poder en todas sus formas.
Al ver juntas palabras como “crisis” y
“positivo”, “eficiencia”, “sostenibilidad económica”,
“esfuerzo”, “oportunidad”, es importante releer con cuidado y
preguntarse una y otra vez: ¿Quién quiere que nos creamos esto?
¿Para qué? ¿A quién le sirve que yo me crea esto? ¿A quién le
viene bien que yo vea el hecho el perder mi trabajo como una
oportunidad? Que los ciudadanos piensen es peligroso para los poderes
porque lleva a desenmascarar los intereses que están escondidos
detrás del positivismo. Y después de pensar, es necesario hablar,
hablar sin permiso, hablar sin justificarse, hablar sin miedo, de lo
que se vive a nivel individual y colectivo, de nuestra verdad ahora.
Y también hablar y sentir las historias de nuestros abuelos,
palabras y emociones que, de maneras poco conscientes, nos pueden
sanar y alejarnos de la seducción del positivismo.
Tenemos la tarea urgente de aprender a escuchar y a
identificar la posible infiltración del neoliberalismo y su lenguaje
positivista en los nuevos movimientos e iniciativas (bienes comunes,
nuevas tecnologías, medicina alternativa, cooperativas, indignados,
etc.) para mantener los nuevos espacios libres del control neoliberal
y para acabar con este consentimiento.
NOTAS1. Pizza G, “Antonio Gramsci y la antropología médica contemporánea. Hegemonía, ‘capacidad de actuar’ (agency) y transformaciones de la persona”, Revista de Antropología Social, año/vol 014, Universidad Complutense de Madrid, Madrid, 2005. Pp 15-32.
2. Michaels D, Doubt is their product: how industry’s assault on science threatens your health, Oxford University Press, New York, 2008. 3. Ehrenreich B, Ehrenreich B, Smile or die: How Positive Thinking Fooled America and the World, Granta, Londres, 2009.
4. Losier M, Law of Attraction: The Science of Attracting More of What You Want and Less of What You Don’t, Losier, Victoria B.C., Canada, 2003.
5. Volkan V, “Traumatizad societies and psychological care: Expanding the concept of preventive medicine”, Mind and Human Interaction, 2000, 11 pp. 177-194.
6. Lebovici S, “On intergeneracional transmisión: From fililation to affiliation”, Infant Mental Health Journal, Vol 14(4), Win 1993, pp. 260-272.
7. Kellerman P.F., Sociodrama and Collective Trauma, Londres: Jessica Kingsley Publishers, 2007.
8. Korman V, Trencadís, Gaudianas psicoanalíticas, Barcelona, NC ediciones, 2010.
9. http://psicologia.laguia2000.com/ps…
10. Comunicación personal, David Abadal, Director Equipo Àlex Rovira, 19 de agosto de 2011.
11. Monràs P, Generosidad, ¿con quién?, http://www.cperc.net/
12. Muntaner C et al, “Unemployment, informal work, precarious employment, child labor, slavery, and health inequalities: pathways and mechanisms”, International Journal of Health Services, Volumen 40, No2, pp 281-295, 2010.
13. Generalitat de Catalunya Departament de Salut, Guia per a la enfermera. Sessions grupals psicoeducatives en l’episodi depressiu a l’atenció primária. Àmbit de Barcelona Ciutat, Àrea de Salut Mental, Institut Catalá de la Salut, 2006.
14. Valverde C., “‘ Los cuerpos del delito’: injusticias y oportunidades en los Síndromes de Sensibilidad Central”, Papeles de relaciones ecosociales y cambio global, No 112, 2010/11, pp.141-153.
15. http://www.asssem.org/2011/06/el-ma… radiografia-las.html
16. Jason L y Taylor R, “Measuring Attributions About Chronic Fatigue Syndrome”, J of Chronic Fatigue Syndrome, Vol. 8, Numbers 3-4, 2001, pp. 31-40.
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15M,
Arte. Pensamiento. Citas,
Comunicación,
Crisis,
Documentación
jueves, 27 de diciembre de 2012
CARTEL DEL 15M
Poesía Visual, Performance, Mail Art, Ars Sonora
15M,
Arte. Pensamiento. Citas,
Comunicación,
Creatividad,
Crisis,
Cultura,
Madrid,
Pensamiento divergente
miércoles, 19 de diciembre de 2012
NOAM CHOMSKY
LAS 10 REGLAS DE LA MANIPULACIÓN MEDIÁTICA.
Un documento corto y contundente sobre cómo estamos siendo manipulados. Copia la siguiente dirección y pégala en tu navegador para acceder al documento en powerpoint.
http://ubuntuone.com/0w7svvak25nztOcf8C3GgD
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Arte. Pensamiento. Citas,
Comunicación,
Crisis,
Cultura,
Curiosidad,
Documentación,
Global Change
jueves, 13 de diciembre de 2012
FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO
Buscar, al menos, un momento de felicidad, es muy sano. Sin idealismos ni ingenuidades. Sin papanatismo consumista y sin fatalismo anticapitalista. Sencilla y simplemente sentirse bien con uno mismo. Sentirse bien con los demás. Sabiendo que la injusticia, la opresión y la desigualdad, van a seguir estando ahí. Sabiendo también que muchos de nosotros vamos a seguir estando en contra de todo ello. Y haciendo todo lo posible por cambiarlo.
Estos días en los que un ciclo natural llega a su fin y comienza un nuevo ciclo, es también un buen momento para buscar, al menos, un momento de felicidad.
Poesía Visual, Performance, Mail Art, Ars Sonora
Acciones,
Comunicación,
Crisis,
Curiosidad,
Humor,
Performance,
Poesia Visual/Visual Poetry
jueves, 6 de diciembre de 2012
CHÉJOV, TEATRO PARA ACTORES Y MARINA SALAS.
En la Sala 2 de las Naves del Español, otra vez en el Matadero de Madrid, se representa estos días la obra de teatro "Los hijos se han dormido", una adaptación de Daniel Veronese de la obra de Chéjov "La Gaviota". Un reparto con 10 buenos actores, una sala no muy grande donde el público está muy cerca del escenario, que queda al nivel de la fila uno de las gradas. La obra transcurre sin interrupciones durante aprox. 90 minutos. Para la función de ayer 05.12.2012 se habían agotado las localidades. Por una feliz circunstancia y después de esperar dos horas y media, pude conseguir mi localidad al precio marcado de 18€.
Teatro dentro del teatro, la obra comienza con los actores ya en el escenario, conversando relajadamente entre ellos, mientras el público ocupa los asientos. Y lo más granado de la obra se centra, precisamente, en el teatro. Se ha señalado la situación de "La Gaviota" como un trasunto de Hamlet. A él y a Shakespeare se hacen varias alusiones en la obra. Los diez caracteres que la integran están muy claramente perfilados y todos unidos por su infelicidad y por sus amores equivocados. Todos aman a alguien que no les ama quien, a su vez, ama a alguien que no le ama. Y todos aceptan esa situación sin, realmente, hacer algo por cambiarla. Sólo los dos personajes más jóvenes, un escritor de teatro en ciernes y una joven aspirante a actriz, de la que está enamorado el joven escritor, son capaces de asumir los riesgos que implican tratar de conseguir sus deseos. Con un desastroso resultado en el caso de la actriz y con el suicidio del aspirante a escritor.
Debo confesar que, a pesar de las muy apreciables interpretaciones, Chéjov me aburrió. Las tensiones máximas giran siempre alrededor del teatro, de los actores, de la creación muy en genérico y con una defensa del sufrimiento como paso imprescindible para llegar al arte.
No puedo dejar de admirar las dinámicas que los actores consiguieron crear entre ellos, producto, sin duda, de un intenso trabajo de ensayos y una experta dirección, pero en ningún momento pude dejar de ver a actores interpretando un texto del que me siento muy alejado.
Al final de la obra el público aplaudió con fervor y los actores tuvieron que saludar varias veces. Después, cuando los actores salían del teatro, grupos de jovencitas esperaban a Pablo Rivero, (el joven escritor en la obra) para fotografiarse con él y a Marina Salas un grupo de chicos jóvenes también en busca de la foto.
Saludé a Marina Salas, a la que conocí cuando era casi una niña y a la que no había vuelto a ver, aunque sabía de su progresión como actriz, desde las series de televisión hasta esta obra seria que, sin duda, supone un espaldarazo para ella por la entidad del papel que representa y por el gran nivel de los actores y actrices participantes.
Y es cierto que Marina Salas consigue una gran interpretación. Y no es menos cierto que su papel y el del joven escritor son los más lucidos de la obra. Porque son los que más varían a lo largo de la pieza, los que más facetas abarcan y, finalmente, porque son más protagonistas que los demás en un reparto que se caracteriza por lo coral. No olvidemos que la gaviota del título es una metáfora del personaje de Nina.
Dicho esto, me parece lamentable que el teatro sea tan caro. Lamentable y sorprendente que el teatro se llene a pesar de esos precios y a pesar de las penurias económicas por las que pasa este país. Y ante el buen número de gente joven que ocupaba las gradas uno no puede menos que preguntarse si hacen precios especiales para grupos de estudiantes, y ante el aspecto y comentarios de muchas de las personas que llenaban la sala, también cabe preguntarse qué tipo de circunstancia les ha proporcionado "gratis" las entradas. ¡Larga vida al teatro! ¡Siempre en crisis. Siempre triunfante!
Teatro dentro del teatro, la obra comienza con los actores ya en el escenario, conversando relajadamente entre ellos, mientras el público ocupa los asientos. Y lo más granado de la obra se centra, precisamente, en el teatro. Se ha señalado la situación de "La Gaviota" como un trasunto de Hamlet. A él y a Shakespeare se hacen varias alusiones en la obra. Los diez caracteres que la integran están muy claramente perfilados y todos unidos por su infelicidad y por sus amores equivocados. Todos aman a alguien que no les ama quien, a su vez, ama a alguien que no le ama. Y todos aceptan esa situación sin, realmente, hacer algo por cambiarla. Sólo los dos personajes más jóvenes, un escritor de teatro en ciernes y una joven aspirante a actriz, de la que está enamorado el joven escritor, son capaces de asumir los riesgos que implican tratar de conseguir sus deseos. Con un desastroso resultado en el caso de la actriz y con el suicidio del aspirante a escritor.
Debo confesar que, a pesar de las muy apreciables interpretaciones, Chéjov me aburrió. Las tensiones máximas giran siempre alrededor del teatro, de los actores, de la creación muy en genérico y con una defensa del sufrimiento como paso imprescindible para llegar al arte.
No puedo dejar de admirar las dinámicas que los actores consiguieron crear entre ellos, producto, sin duda, de un intenso trabajo de ensayos y una experta dirección, pero en ningún momento pude dejar de ver a actores interpretando un texto del que me siento muy alejado.
Al final de la obra el público aplaudió con fervor y los actores tuvieron que saludar varias veces. Después, cuando los actores salían del teatro, grupos de jovencitas esperaban a Pablo Rivero, (el joven escritor en la obra) para fotografiarse con él y a Marina Salas un grupo de chicos jóvenes también en busca de la foto.
Saludé a Marina Salas, a la que conocí cuando era casi una niña y a la que no había vuelto a ver, aunque sabía de su progresión como actriz, desde las series de televisión hasta esta obra seria que, sin duda, supone un espaldarazo para ella por la entidad del papel que representa y por el gran nivel de los actores y actrices participantes.
Y es cierto que Marina Salas consigue una gran interpretación. Y no es menos cierto que su papel y el del joven escritor son los más lucidos de la obra. Porque son los que más varían a lo largo de la pieza, los que más facetas abarcan y, finalmente, porque son más protagonistas que los demás en un reparto que se caracteriza por lo coral. No olvidemos que la gaviota del título es una metáfora del personaje de Nina.
Dicho esto, me parece lamentable que el teatro sea tan caro. Lamentable y sorprendente que el teatro se llene a pesar de esos precios y a pesar de las penurias económicas por las que pasa este país. Y ante el buen número de gente joven que ocupaba las gradas uno no puede menos que preguntarse si hacen precios especiales para grupos de estudiantes, y ante el aspecto y comentarios de muchas de las personas que llenaban la sala, también cabe preguntarse qué tipo de circunstancia les ha proporcionado "gratis" las entradas. ¡Larga vida al teatro! ¡Siempre en crisis. Siempre triunfante!
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domingo, 25 de noviembre de 2012
EL MARCO EN EL QUE VIVIMOS
Fragmento de un largo texto
de Angel Luis Lara comentando #Occupy Wall Street y su
comparación/relación con el 15M, publicado en la web de Análisis
15M, el 20.09.2012
“Ese marco propone una
manera posible de pensar el presente que habitamos, entendiéndolo
como el espacio-tiempo de la culminación neoliberal de un
violentísimo proceso integral de reconfiguración de los poderes
tal como los definió Michel Foucault: poder soberano (hoy
ya no gobiernan los gobiernos, sino las instancias económicas
transnacionales y las agencias de calificación tipo Moody’s:
Democracy is dead), poder disciplinario (el viejo
orden industrial y su regulación a través de la relación salarial
tradicional se disuelven irremediablemente: Welcome Knowledge
Capitalism) y poder biopolítico (la precariedad se
constituye en forma de vida y condición universal por obra y gracia
del secuestro financiero de la moneda: Bye Bye Welfare).
Mundialización, sociedad postindustrial y capitalización de los
derechos y las prestaciones sociales es una triada con la que resulta
posible el abordaje del sentido de la coyuntura histórica presente.
La tercera de las coordenadas de esa triada, la constitución
biopolítica de un régimen generalizado de precariedad en el que los
derechos sociales se capitalizan, al mismo tiempo que se impone su
conversión definitiva en deuda colectiva (deuda pública) y en deuda
e inversión individuales (créditos y seguros privados), es la que
está provocado en países como España un estado general de shock
en el que la gente asiste, entre la indignación y la
incredulidad, al cambio radical de paradigma que significa el
desmantelamiento del Welfare. Desde este punto de vista, es
muy probable que el carácter multitudinario del 15M y su conexión
con amplios sectores de la población haya encontrado su caldo de
cultivo precisamente en los efectos anímicos y en los profundos
malestares generados por el carácter extremadamente virulento de
dicho cambio de paradigma.”
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15M,
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Crisis,
Cultura,
Global Change,
Pensamiento divergente
martes, 13 de noviembre de 2012
14N HUELGA CIVICA
Mañana, día 14 de Noviembre de 2012, este blog se suma a la huelga general. Si hasta ahora la huelga era un derecho, la mala gobernanza del país la ha convertido en una obligación cívica.
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Crisis,
Economía,
Formación,
Solidaridad
lunes, 1 de octubre de 2012
LOS VENDEDORES DE CRISIS O CUANTO MEJOR PEOR
Desde hace algún tiempo abundan en los medios de comunicación comentarios que tratan de convencernos del lado bueno de la crisis. Nos enseñan a ver la crisis como una oportunidad. Una oportunidad para empezar de nuevo, para hacer las cosas de otro modo, ... y nos venden la crisis como una ocasión única que no debemos dejar pasar. Todos tenemos que ser emprendedores.
Olvidan -quieren que no lo recordemos- que no han sido los millones de parados, los recién salidos de las universidades, los centros de formación profesional o los centros de enseñanza secundaria, quienes han provocado la crisis.
Olvidan, -quieren olvidar y que nos olvidemos- que la crisis la han provocado quienes manejan la economia. Los grandes bancos, los lehman brothers, goldman sachs, morgan stanley, merrill lynch y compañia son los responsables de manejar a nivel global una economía dineraria, financiera, puramente especuladora y muy alejada de la economía productiva, la economía real.
Es el sistema económico, condenado a un continuo crecimiento, el que ha entrado en crisis. Y ha hecho agua por varias razones. Entre ellas, y no la menos importante, porque un sistema basado en el crecimiento continuo olvida que en este planeta no hay nada infinito. Todo es finito y limitado. No hay posibilidad de crecer por siempre. El dinero, el trabajo, la especulación, como el mar y la tierra, como el aire que respiramos cada vez peor, todo, tiene un límite.
La crisis, -las crisis- son periódicas e inevitables en este sistema económico. Y cuando salgamos de ésta no haremos sino dirigirnos hacia la próxima.
Pero, mientras tanto, los vendedores de crisis tratan de convencernos de las ventajas y oportunidades que ofrece el mercado; el libre mercado que de libre no tiene nada y que dedica miles de millones a salvar a los bancos y a los banqueros mientras ahoga cada vez más a los más desfavorecidos.
Si en un momento dado las estrategias del contrapoder decían "cuanto peor, mejor" pensando que un empeoramiento de la situación obligaría a los desfavorecidos y explotados a rebelarse, hoy hay que saber que "cuanto mejor, peor". Cuanto mejor funcione el sistema económico imperante, cuantos más emprendedores se esfuercen en la lucha por "levantar" la economía, peor para todos. Antes llegaremos al próximo episodio de crisis, antes agotaremos los recursos limitados del planeta, antes nos asfixiaremos por falta de aire.
Algunos economistas inteligentes hablan de una economía del decrecimiento. Del menos es más. Ya existen algunos bancos que limitan sus beneficios y atienden a su responsabilidad social. Existe un comercio de precio justo. Existen movimientos cooperativos que ponen en pié una economía no especulativa. Hay salidas de la crisis por otros caminos que no son el camino único que nos señalan los vendedores de crisis. Los que hacen que "Cuanto mejor, peor"
Olvidan -quieren que no lo recordemos- que no han sido los millones de parados, los recién salidos de las universidades, los centros de formación profesional o los centros de enseñanza secundaria, quienes han provocado la crisis.
Olvidan, -quieren olvidar y que nos olvidemos- que la crisis la han provocado quienes manejan la economia. Los grandes bancos, los lehman brothers, goldman sachs, morgan stanley, merrill lynch y compañia son los responsables de manejar a nivel global una economía dineraria, financiera, puramente especuladora y muy alejada de la economía productiva, la economía real.
Es el sistema económico, condenado a un continuo crecimiento, el que ha entrado en crisis. Y ha hecho agua por varias razones. Entre ellas, y no la menos importante, porque un sistema basado en el crecimiento continuo olvida que en este planeta no hay nada infinito. Todo es finito y limitado. No hay posibilidad de crecer por siempre. El dinero, el trabajo, la especulación, como el mar y la tierra, como el aire que respiramos cada vez peor, todo, tiene un límite.
La crisis, -las crisis- son periódicas e inevitables en este sistema económico. Y cuando salgamos de ésta no haremos sino dirigirnos hacia la próxima.
Pero, mientras tanto, los vendedores de crisis tratan de convencernos de las ventajas y oportunidades que ofrece el mercado; el libre mercado que de libre no tiene nada y que dedica miles de millones a salvar a los bancos y a los banqueros mientras ahoga cada vez más a los más desfavorecidos.
Si en un momento dado las estrategias del contrapoder decían "cuanto peor, mejor" pensando que un empeoramiento de la situación obligaría a los desfavorecidos y explotados a rebelarse, hoy hay que saber que "cuanto mejor, peor". Cuanto mejor funcione el sistema económico imperante, cuantos más emprendedores se esfuercen en la lucha por "levantar" la economía, peor para todos. Antes llegaremos al próximo episodio de crisis, antes agotaremos los recursos limitados del planeta, antes nos asfixiaremos por falta de aire.
Algunos economistas inteligentes hablan de una economía del decrecimiento. Del menos es más. Ya existen algunos bancos que limitan sus beneficios y atienden a su responsabilidad social. Existe un comercio de precio justo. Existen movimientos cooperativos que ponen en pié una economía no especulativa. Hay salidas de la crisis por otros caminos que no son el camino único que nos señalan los vendedores de crisis. Los que hacen que "Cuanto mejor, peor"
Poesía Visual, Performance, Mail Art, Ars Sonora
Arte. Pensamiento. Citas,
Crisis,
Economía
martes, 11 de septiembre de 2012
INMUNIZARNOS A LA ESTRATEGIA DEL SHOCK
Desconozco quiénes son los autores de éste artículo que ha estado circulando por la red. Pero como su contenido me parece muy esclarecedor y útil he decidido copiarlo a continuación. Y a sus autores todo mi agradecimiento.
"¿Cómo inmunizarnos a la estrategia del shock?
Hace poco, comentábamos las técnicas de manipulación que usan los gobiernos y mass media para privatizar la educación pública y todos los bienes comunes (1).
En estos primeros meses de legislatura, la mayor parte de esta manipulación está encaminada a postrarnos en un estado de shock, para que, temerosos y paralizados, no reaccionemos ante las brutales pérdidas de derechos que se nos imponen. Las medidas, anuncios y declaraciones de los gobiernos autonómicos y el central nos son administrados, día tras día, gradualmente, como un veneno que nos somete a una ansiedad constante. Y sin posibilidad de tregua, ya que los medios de comunicación –a los que ya casi habría que llamar de propaganda− vocean incansablemente,
como un eco descorazonador, esas malas noticias que nos vienen desde arriba (desde los consejos de ministros o las agencias de calificación).
Naomi Klein ha explicado en su libro La doctrina del shock cómo el neoliberalismo, incapaz de convencer a los pueblos mediante argumentos (pues las medidas neoliberales están esencialmente en contra de los pueblos), sólo ha logrado imponerse gracias a golpes de estado, declaraciones de guerra o situaciones donde catástrofes naturales u otros fenómenos traumáticos tenían a las poblaciones atenazadas por la ansiedad y el miedo.
¿Y qué sino el miedo es lo que nos están tratando de inocular en este país? Miedo a perder el empleo, a no poder encontrarlo nunca o a que el que nos ofrezcan sea lisa y llanamente explotación; miedo a perder el derecho a la asistencia sanitaria y a no poder proporcionar una educación adecuada a los hijos; miedo a acabar durmiendo en la calle víctima de un desahucio; miedo, en fin, a ser detenido injustamente por protestar de forma pacífica en una manifestación.
En este artículo veremos cómo la estrategia del shock surte efecto en nosotros mediante la llamada indefensión aprendida. Pero también cómo podemos escapar de este estado de postración si aprendemos a atribuir correctamente las causas de nuestro malestar.
La “indefensión aprendida”, arma de destrucción masiva
Que los de arriba nos tratan como a perros es cierto, o al menos como a los perros del
experimento de Seligman.
A finales de los 60, el psicólogo Martin Seligman realizó el siguiente experimento. Dentro de una caja de laboratorio, un perro era expuesto a shocks eléctricos que no podía evitar. En cambio, en otra caja, otro perro sí que podía interrumpir esos shocks pulsando una palanca. Más tarde, los perros eran situados sobre una superficie electrificada de la que podían escapar simplemente saltando una barrera. El perro que había podido controlar los shocks la saltaba, mientras que el otro perro, en lugar de buscar la salida exitosa a la situación adversa, permanecía aguantando las descargas de manera pasiva. Había, pues, “aprendido” su indefensión. ¿Para qué gastar energías sabiendo (en realidad, creyendo) que de esos estímulos adversos no se puede escapar?
La indefensión aprendida es la antesala de la depresión. No hacer nada porque se piensa que ya todo es inútil (2).
Gracias al poder actual de los medios de propaganda, es factible inducir este estado depresivo en buena parte de la población, para mantenerla en la pasividad. Ello explica, por ejemplo, cómo las víctimas de la Alemania nazi acabaron aceptando su suerte sin presentar apenas resistencia, al igual que muchas mujeres maltratadas terminan resignándose a su situación (3). Pero más terrible aún es el darnos cuenta de que esta inoculación de indefensión aprendida es lo que están haciendo ahora mismo con nosotros. Nos tratan de convencer de que aceptemos resignadamente pérdidas de derechos y privatizaciones de bienes públicos sin resistir ni protestar. La consigna: que hagamos lo que hagamos no va a servir para nada.
Como al perro víctima del experimento de Seligman, se nos somete a unos shocks (nombrados por los eufemismos “ajustes” o “recortes”) que, al parecer, no podremos evitar por mucho que hagamos huelgas, acciones de concienciacion o nos manifestemos. Y además, se ha comenzado a castigar a muchos de los que protestan mediante detenciones poco justificadas y prisiones preventivas de dudosa compatibilidad con derechos humanos fundamentales.
En Grecia, donde llevan más tiempo sufriendo este salvaje saqueo de lo común, la depresión se extiende como una epidemia entre las clases populares, y el número de suicidios se dispara. En su artículo ¿Y si no hiciésemos nada? (4) el filósofo Amador Fernández-Savater se hace eco de esta desesperación que cunde entre los griegos:
Más de diez huelgas generales en Grecia, pero ¿se ha conseguido algo? Alexandra-Odette Kypriotaki ha participado en las movilizaciones desde 2008, pero se marchó a Londres con esa pregunta en la cabeza. “En mi país ya no se encuentra trabajo ni de camarera”, me contó. La conocí en un encuentro organizado por el pensador-activista Franco Berardi (Bifo) en Barcelona. Su intervención en aquel
encuentro me pareció muy sugestiva y desafiante.
A partir de un balance autocrítico de las lógicas de enfrentamiento y movilización, que no han frenado ni un ápice la devastación social, pero han expuesto demasiados cuerpos a la represión y la destrucción, Alexandra propone recomenzar por otro lado: ni luchar ni confrontar, sino desertar; ni reivindicar ni pedir, desplegar aquí y ahora el mundo en el que queremos vivir; ni actuar ni movilizarnos, sino entregarnos a cierto abandono. Hacer fuerza de nuestra debilidad.
El capitalismo nos exige una disposición permanente al deseo, al contacto, a la producción. Un tiempo permanentemente ocupado, bajo presión, en pos de resultados. Hoy es obligatorio estar contentos, ser optimistas y positivos. Debemos proyectar constantemente la imagen de que sabemos, de que va todo bien, de que tenemos las cosas bajo control, de que somos fuertes. Pero, ¿no nos exige demasiadas
veces lo mismo el activismo político? Lucha, resultados, la respuesta en la boca, la moral siempre alta, fuera los tímidos, los dubitativos y los melancólicos...
¿No podríamos formar un ejército de débiles, de torpes, de ignorantes? La consigna sería: “sí, estamos deprimidos, qué pasa”? El programa: “no sé”. La huelga, no hacer nada de nada, ni siquiera movilizarnos. Do nothing day... un miércoles, luego el jueves y así."
La figura del castigador indefenso
Descargas eléctricas arbitrarias, suministradas a intervalos irregulares e inaccesibles a nuestro control. Shocks/saqueos que llaman “recortes” o “controles del déficit”. Maltrato psicológico hasta límites que hace pocos meses nos hubieran parecido increíbles, de ciencia-ficción: «El FMI pide bajar pensiones por "el riesgo de que la gente viva más de lo esperado"(5).»
Las agencias de calificación, los organismos internacionales (FMI, BM, OCDE, OMC) que están al servicio de las élites financieras, la Comisión Europea y el BCE nos someten a unas exigencias y ajustes, graduales e inexorables, ante los que nos aseguran que nada podremos hacer. Casos como el de Islandia (6), sin embargo, son silenciados en los medios de masas.
¿Cuál es el papel de nuestros gobernantes ante esta situación? Sencillamente, el de ejecutores eficientes del saqueo que se ordena “desde arriba”: “hay que hacer lo que hay que hacer”, “nos lo está pidiendo la Unión Europea”, “hay que dar confianza a los mercados”, etc.
No es necesario atribuir maldad ni sadismo a los políticos que realizan estos encargos. En su libro Eichmann en Jerusalén (7), Hannah Arendt expuso su concepto de banalidad del mal: un funcionario nazi mediocre como Adolf Eichmann fue capaz de poner en práctica asesinatos en masa, no por crueldad, sino simplemente porque actuaba dentro de las reglas del sistema al que pertenecía sin reflexionar sobre sus actos. Lo que hizo Eichmann fue cumplir eficientemente con las órdenes que provenían de estamentos superiores, que es lo que hacen nuestros políticos en el gobierno respecto a los mandatos de quienes representan los intereses del capital financiero. Y sin poderse cuestionar las reglas a las que obedecen, ya que están cegados por los postulados de una ideología dominante, el neoliberalismo, que además legitima el hecho de que estos mismos gobernantes –o sus familiares o sus amigos– se enriquezcan, de una manera que nosotros consideraríamos inmoral, gracias a la pérdida de derechos sociales de los ciudadanos y a la privatización del sector público.
En una vuelta más de tuerca, los gobernantes pueden llegar a presentarse ante la opinión pública como víctimas ellos mismos de indefensión aprendida. Es el “aunque me gustaría hacer otra cosa, yo no puedo hacer nada, porque me lo ordenan desde arriba, y las consecuencias, si actúo de otra manera, podrían ser peores”. El mismo mandatario se convierte en modelo público de indefensión aprendida, y ya sabemos que nada enseña tanto como el ejemplo. Fue el caso de José Luis Rodríguez Zapatero cuando la llamada de Barack Obama (8).
Ya vemos que se trata de un recurso nada nuevo. Pero ahora, con nuestro actual presidente, Mariano Rajoy, este fenómeno se ha exacerbado tanto, que él mismo se ha convertido en ejemplo viviente de indefensión y debilidad, con sus “chuletas” en los discursos, sus ausencias, sus gestos y acciones (9).
En definitiva, lo que estos gobernantes nos transmiten, al escenificar su indefensión, es que nuestro país ya no es soberano, sino que está bajo las órdenes de los que en realidad mandan: los famosos “mercados”. Pero ¿por qué no son sinceros y coherentes, dimiten y dejan que España se convierta en un “protectorado” del capital financiero, como lo son ya Italia o Grecia? Tal vez su papel en la estrategia del shock aún no se haya cumplido del todo. Todavía no estamos completamente sujetos a la indefensión aprendida. Pero ¿podremos hacer algo para no ser vencidos del todo por ella?
Bien vive quien bien atribuye
Para inmunizarse ante la indefensión aprendida, Seligman aplica la teoría de la atribución de Fritz Heider. En El optimismo es una ventaja y un placer que se adquiere estudia tres dimensiones o características del estilo atribucional o atribución causal:
Personalización: Consiste en atribuir causas internas o externas a los buenos o malos
sucesos. Si me siento culpable cuando algo me sale mal “porque yo soy así”, o soy capaz de externalizar el problema y hacerme responsable de producir cambios. Esta dimensión tiene que ver con la autoestima. Atribuir los malos sucesos a causas externas nos hace más inmunes a la indefensión aprendida.
Permanencia: Qué duración, estabilidad o inestabilidad en el tiempo atribuimos las causas de los buenos o malos sucesos. Sus extremos se expresan en el discurso en los polos Siempre-Nunca. Pensar que las causas de los malos sucesos son estables, permanentes, incluso definitivas, nos hace más vulnerables a la indefensión aprendida.
Penetración: Cuántas áreas de nuestra vida se ven afectadas por nuestra buena o mala suerte, si estas causas nos afectan de manera global o específica. Se expresa en el discurso en los extremos Todo-Nada.
Por otro lado, José Ramón Yela Bernabé y José Luis Marcos Malmierca hacen referencia también a la importancia de la controlabilidad que tenemos de los sucesos (10).
Despersonalización: el problema está en la situación, no en nosotros
Una manera que tiene el poder de provocarnos la indefensión aprendida es culpabilizarnos de lo que está sucediendo. Se nos dice que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, cuando la realidad era que las posibilidades, para los de abajo, más bien eran inferiores a los estándares de una vida digna, en tanto a bajos salarios o carestía de bienes básicos como la vivienda.
Un ejemplo de explicación sistémica de lo que nos está pasando es la del geógrafo David Harvey. Según él, vivimos un proceso de acumulación por desposesión. Una vez disminuidos los salarios a partir de los años 70, las tasas de ganancia las está obteniendo el capital a partir de la privatización de los bienes comunes, la financiarización de la economía, la gestión y manipulación de las crisis y la redistribución desigual de los recursos (11).
Autores como Vicenç Navarro han señalado que ha sido precisamente la falta de recursos entre las clases populares la que ha sido causante del endeudamiento, y no al revés (12). Si, por ejemplo, hubiera habido políticas públicas de acceso universal a una vivienda digna, la gente no tendría que haberse endeudado tanto, y no se habría producido la burbuja inmobiliaria y crediticia que originó la crisis.
Por tanto, no debemos caer en la trampa de pensar que la culpa de esta “crisis” (acumulación por desposesión) la tenemos nosotros. Debemos ser capaces de analizar, más allá de la sobreabundancia informativa de los mass media, en qué consiste el modelo social, económico y cultural vigente, y en qué podemos contribuir para atenuar sus efectos dañinos, o incluso para plantear modelos alternativos diferentes.
La crisis es crisis también del modelo económico imperante
En cuanto a la estabilidad de la causa de nuestro problema, debemos preguntarnos: ¿esta acumulación por desposesión va a durar siempre? ¿Es el estado definitivo de la historia? Lejos de ello, son muchos los que apuntan a que estamos viviendo una crisis global del capitalismo, debido a los límites ecológicos que impiden el desarrollo del modelo de acumulación infinita.
Ramón Fenández Durán, por ejemplo, ha indicado que el previsible agotamiento de energías fósiles va a suponer un colapso de nuestra civilización (13).
Así que en vez de preocuparnos por lo que nos está pasando, ¿no deberíamos ya empezar a pensar en alternativas?
Oportunidades para la emancipación
En cuanto a la penetración del problema, ¿está toda nuestra persona afectada de manera negativa por el saqueo de lo común?
Es cierto que esta crisis/estafa afecta a buena parte de nuestras vidas, por el desempleo, el empeoramiento de los servicios públicos y la pérdida de derechos ciudadanos. Pero también es verdad que hay vida –y mucha vida– más allá de la crisis.
Ahora es cuando tenemos la oportunidad de explorar nuevas formas de relacionarnos con nosotros mismos, con los demás y con nuestro entorno. Cuando podemos buscar modos de vida diferentes.
Porque este modelo económico, incluso cuando estaba en las fases de auge, producía
insatisfacción. Bajo la superficie del consumismo, convertido en estafa piramidal gracias a la abundancia del crédito fácil, yacía latente una versión moderna del Rey Midas. Todo lo que el modelo tocaba lo convertía en mercancía, hasta nuestras vidas y los rincones más íntimos de nuestro cerebro.
La alienación no ha sido nunca tan grande como hasta ahora. Mientras que en la época del fordismo, la de la producción en masa, el trabajador estaba alienado durante su tiempo de trabajo, ahora, en nuestros días, es del conjunto de nuestra vida de donde extrae el capital sus tasas de ganancias:
Hoy, [...] bajo el predominio de la producción inmaterial, la teoría del valor y el análisis de la explotación
no pueden ser anclados en un sistema de unidades temporales mensurables. Así en la medida en que la
producción de valor es entendida como producción de lo común, la explotación es expropiación de lo
común. Lo común, en pocas palabras, se ha vuelto el lugar del plusvalor. La explotación es la
expropiación privada, parcial o total, del valor producido en común. Las relaciones sociales y las
comunicaciones son, por su naturaleza, comunes y sin embargo el capital busca apoderarse privadamente
de parte de su riqueza. Pensamos, por ejemplo, en el beneficio extraído del trabajo afectivo; y lo mismo
vale para la producción lingüística de las ideas y los saberes: todo aquello que se hace en común es
privatizado. También el saber producido por las comunidades indígenas o el conocimiento generado por
la cooperación científica son transformados en propiedad privada. (14)
Lo más común, lo que todos compartimos, es lo que están “expropiándonos” algunos, el 1% de la población, para seguir acumulando capital. La publicidad se apropia de nuestra cultura común para invadir nuestros cerebros con pautas de consumo. Nos relacionamos con los demás desde criterios de rentabilidad, y nosotros mismos nos convertimos en mercancías al ponernos en venta en el mercado laboral o al tratar de obtener beneficios en nuestras vidas personales.
La parte en que nos afecta la crisis es, por tanto, minúscula si la comparamos con todo lo que esta crisis del sistema puede ofrecernos:
• Volver a recuperar la autenticidad personal. Dejar de tratarse a sí mismo como una parte más de la sociedad del espectáculo, es decir, como una imagen atractiva para el sistema, imagen que se convierte ella misma en publicidad viviente. Como explica Tiqqun en Primeros materiales para una teoría de la jovencita (Acuarela Libros Madrid 2012), el capitalismo obtiene actualmente tasas de ganancia por medio de nuestra capacidad de seducción.
• Lo que más acrecienta la felicidad son las relaciones interpersonales. Fomentar las relaciones de cooperación en lugar de las relaciones de competencia. Lo que se da no se pierde.
• Que la creación cognitiva (el pensamiento, el arte, el conocimiento) no sea expropiada del intelecto común mediante la llamada propiedad intelectual; una ilegítima apropiación que responde a los intereses de las grandes corporaciones dedicadas a la producción y distribución de productos culturales y tecnológicos.
• Promover una economía del bien común, donde se valore, no la rentabilidad, sino un modelo de empresas cooperativas que hagan el mayor bien posible a la sociedad y al entorno.
• Acabar con el predominio de la economía financiera sobre la economía productiva. Terminar con la estafa de la emisión privada de dinero-crédito que esclaviza a personas y pueblos mediante el endeudamiento.
• Plantearse iniciativas como la de la renta básica universal, para que uno trabaje
libremente, y no se vea forzado a trabajar para subsistir. Los recursos naturales son de todos.
• Y, complementando a la renta básica, ¿por qué no proponer, como lo hizo en su día
el presidente estadounidense F. D. Roosevelt, un salario máximo, gravando con un 100% a partir de un tope de renta. “Que ningún ciudadano –escribía J.J. Rousseau- sea tan rico como para poder comprar a otro, ni ninguno sea tan pobre como para ser obligado a venderse”.
• Valorar propuestas ecológicas como la del decrecimiento: consumir menos, fabricar menos, diseñar objetos totalmente reciclables y gastar poca energía. Desarrollar economías locales.
• Construir canales de distribución autónomos al margen de las grandes distribuidoras que controlan casi toda la actividad comercial, desde el productor a la venta al público.
• Reconstruir la esfera de lo público de una manera verdaderamente democrática, con la participación de todos y en igualdad.
El futuro está en parte en nuestras manos
Por último, ¿cuál es nuestra capacidad de control respecto a la situación que nos afecta?
En el citado artículo, Yela Bernabé y José Luis Marcos Malmierca defienden que, para
inmunizarse a la indefensión aprendida, lo mejor es ni haber tenido éxitos siempre ni siempre fracasos. Ser conscientes de que hay cosas que podemos controlar y cosas que no. “Así pues –decía Epicuro–, conviene recordar que el futuro ni está enteramente en nuestras manos, ni completamente fuera de nuestro alcance, de suerte que no debemos ni esperarlo como si tuviese que llegar con seguridad, ni desesperar como si no tuviese que llegar con certeza.”
Hay muchos ejemplos de resistencia a la acumulación por desposesión que han triunfado en el mundo, como la guerra del agua en Bolivia o la insurrección de Chiapas. Lo que pasa es que la historia, que casi siempre está escrita por los de arriba, se complace en recordarnos solo las derrotas en los esfuerzos por la emancipación.
Aquí, en España, y a pesar de todos los tropiezos de un niño que aprende a dar sus primeros pasos, el Movimiento 15M, con solo un año de vida, ha obtenido importantes logros y proyección internacional. Ha logrado concienciar a buena parte de la ciudadanía de la raíz de nuestros problemas, ha enlazado movimientos sociales muy dispares y está siendo un excelente humus para el nacimiento de redes cooperativas y solidarias.
Cometeremos errores, sin duda, pero errores que nos harán más sabios.
Actuar para abrir posibilidades
En definitiva, ante el miedo que nos atenaza, debemos tener presente que de lo que nos pasa no somos culpables, que la crisis es crisis del modelo económico vigente –que no es estable sino todo lo contrario–, y que este cambio puede ser una
oportunidad para un nuevo mundo más humano, donde no impere la dictadura del dinero y del resto de mercancías.
Y, sobre todo, tener presente la enseñanza de Alain Badiou: hay que actuar. Porque no es nuestra acción la que debe plegarse al campo de lo posible, sino que es la propia acción la que puede abrir un nuevo espacio de posibilidades. “Un sujeto –dice este filósofo– es un punto de una conversión de lo imposible en lo posible. La
operación fundamental de un sujeto es estar en el punto en donde algo imposible se convierte en posibilidad”.
Notas
1
2 Vídeo en el que una profesora provoca indefensión aprendida en un grupo de alumnos con una sencilla actividad:
3
4
5
6
7 Aunque a veces estemos tentados a ello debido a algunas de sus declaraciones. Véase, por ejemplo,
8a=3b0ec98442bd89b11495f60da8e9f5f2&t=1336220991>
9 En este vídeo podemos ver cómo huye el Presidente en el Senado, ante los periodistas que le querían preguntar sobre el último recorte presupuestario para Educación y Sanidad:v=QSTNRewM_WI&feature=related>
10
11 Un vídeo donde David Harvey explica la crisis actual:
12
13. El documental Historia de las cosas describe de modo muy didáctico cuáles son esos límites humanos y ecológicos del modo de producción imperante: v=lrz8FH4PQPU>
14 Hardt M. y Negri, A., El trabajo de Dionisos, Akal, Cuestiones de Antagonismo, Madrid, 2003.
"¿Cómo inmunizarnos a la estrategia del shock?
Hace poco, comentábamos las técnicas de manipulación que usan los gobiernos y mass media para privatizar la educación pública y todos los bienes comunes (1).
En estos primeros meses de legislatura, la mayor parte de esta manipulación está encaminada a postrarnos en un estado de shock, para que, temerosos y paralizados, no reaccionemos ante las brutales pérdidas de derechos que se nos imponen. Las medidas, anuncios y declaraciones de los gobiernos autonómicos y el central nos son administrados, día tras día, gradualmente, como un veneno que nos somete a una ansiedad constante. Y sin posibilidad de tregua, ya que los medios de comunicación –a los que ya casi habría que llamar de propaganda− vocean incansablemente,
como un eco descorazonador, esas malas noticias que nos vienen desde arriba (desde los consejos de ministros o las agencias de calificación).
Naomi Klein ha explicado en su libro La doctrina del shock cómo el neoliberalismo, incapaz de convencer a los pueblos mediante argumentos (pues las medidas neoliberales están esencialmente en contra de los pueblos), sólo ha logrado imponerse gracias a golpes de estado, declaraciones de guerra o situaciones donde catástrofes naturales u otros fenómenos traumáticos tenían a las poblaciones atenazadas por la ansiedad y el miedo.
¿Y qué sino el miedo es lo que nos están tratando de inocular en este país? Miedo a perder el empleo, a no poder encontrarlo nunca o a que el que nos ofrezcan sea lisa y llanamente explotación; miedo a perder el derecho a la asistencia sanitaria y a no poder proporcionar una educación adecuada a los hijos; miedo a acabar durmiendo en la calle víctima de un desahucio; miedo, en fin, a ser detenido injustamente por protestar de forma pacífica en una manifestación.
En este artículo veremos cómo la estrategia del shock surte efecto en nosotros mediante la llamada indefensión aprendida. Pero también cómo podemos escapar de este estado de postración si aprendemos a atribuir correctamente las causas de nuestro malestar.
La “indefensión aprendida”, arma de destrucción masiva
Que los de arriba nos tratan como a perros es cierto, o al menos como a los perros del
experimento de Seligman.
A finales de los 60, el psicólogo Martin Seligman realizó el siguiente experimento. Dentro de una caja de laboratorio, un perro era expuesto a shocks eléctricos que no podía evitar. En cambio, en otra caja, otro perro sí que podía interrumpir esos shocks pulsando una palanca. Más tarde, los perros eran situados sobre una superficie electrificada de la que podían escapar simplemente saltando una barrera. El perro que había podido controlar los shocks la saltaba, mientras que el otro perro, en lugar de buscar la salida exitosa a la situación adversa, permanecía aguantando las descargas de manera pasiva. Había, pues, “aprendido” su indefensión. ¿Para qué gastar energías sabiendo (en realidad, creyendo) que de esos estímulos adversos no se puede escapar?
La indefensión aprendida es la antesala de la depresión. No hacer nada porque se piensa que ya todo es inútil (2).
Gracias al poder actual de los medios de propaganda, es factible inducir este estado depresivo en buena parte de la población, para mantenerla en la pasividad. Ello explica, por ejemplo, cómo las víctimas de la Alemania nazi acabaron aceptando su suerte sin presentar apenas resistencia, al igual que muchas mujeres maltratadas terminan resignándose a su situación (3). Pero más terrible aún es el darnos cuenta de que esta inoculación de indefensión aprendida es lo que están haciendo ahora mismo con nosotros. Nos tratan de convencer de que aceptemos resignadamente pérdidas de derechos y privatizaciones de bienes públicos sin resistir ni protestar. La consigna: que hagamos lo que hagamos no va a servir para nada.
Como al perro víctima del experimento de Seligman, se nos somete a unos shocks (nombrados por los eufemismos “ajustes” o “recortes”) que, al parecer, no podremos evitar por mucho que hagamos huelgas, acciones de concienciacion o nos manifestemos. Y además, se ha comenzado a castigar a muchos de los que protestan mediante detenciones poco justificadas y prisiones preventivas de dudosa compatibilidad con derechos humanos fundamentales.
En Grecia, donde llevan más tiempo sufriendo este salvaje saqueo de lo común, la depresión se extiende como una epidemia entre las clases populares, y el número de suicidios se dispara. En su artículo ¿Y si no hiciésemos nada? (4) el filósofo Amador Fernández-Savater se hace eco de esta desesperación que cunde entre los griegos:
Más de diez huelgas generales en Grecia, pero ¿se ha conseguido algo? Alexandra-Odette Kypriotaki ha participado en las movilizaciones desde 2008, pero se marchó a Londres con esa pregunta en la cabeza. “En mi país ya no se encuentra trabajo ni de camarera”, me contó. La conocí en un encuentro organizado por el pensador-activista Franco Berardi (Bifo) en Barcelona. Su intervención en aquel
encuentro me pareció muy sugestiva y desafiante.
A partir de un balance autocrítico de las lógicas de enfrentamiento y movilización, que no han frenado ni un ápice la devastación social, pero han expuesto demasiados cuerpos a la represión y la destrucción, Alexandra propone recomenzar por otro lado: ni luchar ni confrontar, sino desertar; ni reivindicar ni pedir, desplegar aquí y ahora el mundo en el que queremos vivir; ni actuar ni movilizarnos, sino entregarnos a cierto abandono. Hacer fuerza de nuestra debilidad.
El capitalismo nos exige una disposición permanente al deseo, al contacto, a la producción. Un tiempo permanentemente ocupado, bajo presión, en pos de resultados. Hoy es obligatorio estar contentos, ser optimistas y positivos. Debemos proyectar constantemente la imagen de que sabemos, de que va todo bien, de que tenemos las cosas bajo control, de que somos fuertes. Pero, ¿no nos exige demasiadas
veces lo mismo el activismo político? Lucha, resultados, la respuesta en la boca, la moral siempre alta, fuera los tímidos, los dubitativos y los melancólicos...
¿No podríamos formar un ejército de débiles, de torpes, de ignorantes? La consigna sería: “sí, estamos deprimidos, qué pasa”? El programa: “no sé”. La huelga, no hacer nada de nada, ni siquiera movilizarnos. Do nothing day... un miércoles, luego el jueves y así."
La figura del castigador indefenso
Descargas eléctricas arbitrarias, suministradas a intervalos irregulares e inaccesibles a nuestro control. Shocks/saqueos que llaman “recortes” o “controles del déficit”. Maltrato psicológico hasta límites que hace pocos meses nos hubieran parecido increíbles, de ciencia-ficción: «El FMI pide bajar pensiones por "el riesgo de que la gente viva más de lo esperado"(5).»
Las agencias de calificación, los organismos internacionales (FMI, BM, OCDE, OMC) que están al servicio de las élites financieras, la Comisión Europea y el BCE nos someten a unas exigencias y ajustes, graduales e inexorables, ante los que nos aseguran que nada podremos hacer. Casos como el de Islandia (6), sin embargo, son silenciados en los medios de masas.
¿Cuál es el papel de nuestros gobernantes ante esta situación? Sencillamente, el de ejecutores eficientes del saqueo que se ordena “desde arriba”: “hay que hacer lo que hay que hacer”, “nos lo está pidiendo la Unión Europea”, “hay que dar confianza a los mercados”, etc.
No es necesario atribuir maldad ni sadismo a los políticos que realizan estos encargos. En su libro Eichmann en Jerusalén (7), Hannah Arendt expuso su concepto de banalidad del mal: un funcionario nazi mediocre como Adolf Eichmann fue capaz de poner en práctica asesinatos en masa, no por crueldad, sino simplemente porque actuaba dentro de las reglas del sistema al que pertenecía sin reflexionar sobre sus actos. Lo que hizo Eichmann fue cumplir eficientemente con las órdenes que provenían de estamentos superiores, que es lo que hacen nuestros políticos en el gobierno respecto a los mandatos de quienes representan los intereses del capital financiero. Y sin poderse cuestionar las reglas a las que obedecen, ya que están cegados por los postulados de una ideología dominante, el neoliberalismo, que además legitima el hecho de que estos mismos gobernantes –o sus familiares o sus amigos– se enriquezcan, de una manera que nosotros consideraríamos inmoral, gracias a la pérdida de derechos sociales de los ciudadanos y a la privatización del sector público.
En una vuelta más de tuerca, los gobernantes pueden llegar a presentarse ante la opinión pública como víctimas ellos mismos de indefensión aprendida. Es el “aunque me gustaría hacer otra cosa, yo no puedo hacer nada, porque me lo ordenan desde arriba, y las consecuencias, si actúo de otra manera, podrían ser peores”. El mismo mandatario se convierte en modelo público de indefensión aprendida, y ya sabemos que nada enseña tanto como el ejemplo. Fue el caso de José Luis Rodríguez Zapatero cuando la llamada de Barack Obama (8).
Ya vemos que se trata de un recurso nada nuevo. Pero ahora, con nuestro actual presidente, Mariano Rajoy, este fenómeno se ha exacerbado tanto, que él mismo se ha convertido en ejemplo viviente de indefensión y debilidad, con sus “chuletas” en los discursos, sus ausencias, sus gestos y acciones (9).
En definitiva, lo que estos gobernantes nos transmiten, al escenificar su indefensión, es que nuestro país ya no es soberano, sino que está bajo las órdenes de los que en realidad mandan: los famosos “mercados”. Pero ¿por qué no son sinceros y coherentes, dimiten y dejan que España se convierta en un “protectorado” del capital financiero, como lo son ya Italia o Grecia? Tal vez su papel en la estrategia del shock aún no se haya cumplido del todo. Todavía no estamos completamente sujetos a la indefensión aprendida. Pero ¿podremos hacer algo para no ser vencidos del todo por ella?
Bien vive quien bien atribuye
Para inmunizarse ante la indefensión aprendida, Seligman aplica la teoría de la atribución de Fritz Heider. En El optimismo es una ventaja y un placer que se adquiere estudia tres dimensiones o características del estilo atribucional o atribución causal:
Personalización: Consiste en atribuir causas internas o externas a los buenos o malos
sucesos. Si me siento culpable cuando algo me sale mal “porque yo soy así”, o soy capaz de externalizar el problema y hacerme responsable de producir cambios. Esta dimensión tiene que ver con la autoestima. Atribuir los malos sucesos a causas externas nos hace más inmunes a la indefensión aprendida.
Permanencia: Qué duración, estabilidad o inestabilidad en el tiempo atribuimos las causas de los buenos o malos sucesos. Sus extremos se expresan en el discurso en los polos Siempre-Nunca. Pensar que las causas de los malos sucesos son estables, permanentes, incluso definitivas, nos hace más vulnerables a la indefensión aprendida.
Penetración: Cuántas áreas de nuestra vida se ven afectadas por nuestra buena o mala suerte, si estas causas nos afectan de manera global o específica. Se expresa en el discurso en los extremos Todo-Nada.
Por otro lado, José Ramón Yela Bernabé y José Luis Marcos Malmierca hacen referencia también a la importancia de la controlabilidad que tenemos de los sucesos (10).
Despersonalización: el problema está en la situación, no en nosotros
Una manera que tiene el poder de provocarnos la indefensión aprendida es culpabilizarnos de lo que está sucediendo. Se nos dice que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, cuando la realidad era que las posibilidades, para los de abajo, más bien eran inferiores a los estándares de una vida digna, en tanto a bajos salarios o carestía de bienes básicos como la vivienda.
Un ejemplo de explicación sistémica de lo que nos está pasando es la del geógrafo David Harvey. Según él, vivimos un proceso de acumulación por desposesión. Una vez disminuidos los salarios a partir de los años 70, las tasas de ganancia las está obteniendo el capital a partir de la privatización de los bienes comunes, la financiarización de la economía, la gestión y manipulación de las crisis y la redistribución desigual de los recursos (11).
Autores como Vicenç Navarro han señalado que ha sido precisamente la falta de recursos entre las clases populares la que ha sido causante del endeudamiento, y no al revés (12). Si, por ejemplo, hubiera habido políticas públicas de acceso universal a una vivienda digna, la gente no tendría que haberse endeudado tanto, y no se habría producido la burbuja inmobiliaria y crediticia que originó la crisis.
Por tanto, no debemos caer en la trampa de pensar que la culpa de esta “crisis” (acumulación por desposesión) la tenemos nosotros. Debemos ser capaces de analizar, más allá de la sobreabundancia informativa de los mass media, en qué consiste el modelo social, económico y cultural vigente, y en qué podemos contribuir para atenuar sus efectos dañinos, o incluso para plantear modelos alternativos diferentes.
La crisis es crisis también del modelo económico imperante
En cuanto a la estabilidad de la causa de nuestro problema, debemos preguntarnos: ¿esta acumulación por desposesión va a durar siempre? ¿Es el estado definitivo de la historia? Lejos de ello, son muchos los que apuntan a que estamos viviendo una crisis global del capitalismo, debido a los límites ecológicos que impiden el desarrollo del modelo de acumulación infinita.
Ramón Fenández Durán, por ejemplo, ha indicado que el previsible agotamiento de energías fósiles va a suponer un colapso de nuestra civilización (13).
Así que en vez de preocuparnos por lo que nos está pasando, ¿no deberíamos ya empezar a pensar en alternativas?
Oportunidades para la emancipación
En cuanto a la penetración del problema, ¿está toda nuestra persona afectada de manera negativa por el saqueo de lo común?
Es cierto que esta crisis/estafa afecta a buena parte de nuestras vidas, por el desempleo, el empeoramiento de los servicios públicos y la pérdida de derechos ciudadanos. Pero también es verdad que hay vida –y mucha vida– más allá de la crisis.
Ahora es cuando tenemos la oportunidad de explorar nuevas formas de relacionarnos con nosotros mismos, con los demás y con nuestro entorno. Cuando podemos buscar modos de vida diferentes.
Porque este modelo económico, incluso cuando estaba en las fases de auge, producía
insatisfacción. Bajo la superficie del consumismo, convertido en estafa piramidal gracias a la abundancia del crédito fácil, yacía latente una versión moderna del Rey Midas. Todo lo que el modelo tocaba lo convertía en mercancía, hasta nuestras vidas y los rincones más íntimos de nuestro cerebro.
La alienación no ha sido nunca tan grande como hasta ahora. Mientras que en la época del fordismo, la de la producción en masa, el trabajador estaba alienado durante su tiempo de trabajo, ahora, en nuestros días, es del conjunto de nuestra vida de donde extrae el capital sus tasas de ganancias:
Hoy, [...] bajo el predominio de la producción inmaterial, la teoría del valor y el análisis de la explotación
no pueden ser anclados en un sistema de unidades temporales mensurables. Así en la medida en que la
producción de valor es entendida como producción de lo común, la explotación es expropiación de lo
común. Lo común, en pocas palabras, se ha vuelto el lugar del plusvalor. La explotación es la
expropiación privada, parcial o total, del valor producido en común. Las relaciones sociales y las
comunicaciones son, por su naturaleza, comunes y sin embargo el capital busca apoderarse privadamente
de parte de su riqueza. Pensamos, por ejemplo, en el beneficio extraído del trabajo afectivo; y lo mismo
vale para la producción lingüística de las ideas y los saberes: todo aquello que se hace en común es
privatizado. También el saber producido por las comunidades indígenas o el conocimiento generado por
la cooperación científica son transformados en propiedad privada. (14)
Lo más común, lo que todos compartimos, es lo que están “expropiándonos” algunos, el 1% de la población, para seguir acumulando capital. La publicidad se apropia de nuestra cultura común para invadir nuestros cerebros con pautas de consumo. Nos relacionamos con los demás desde criterios de rentabilidad, y nosotros mismos nos convertimos en mercancías al ponernos en venta en el mercado laboral o al tratar de obtener beneficios en nuestras vidas personales.
La parte en que nos afecta la crisis es, por tanto, minúscula si la comparamos con todo lo que esta crisis del sistema puede ofrecernos:
• Volver a recuperar la autenticidad personal. Dejar de tratarse a sí mismo como una parte más de la sociedad del espectáculo, es decir, como una imagen atractiva para el sistema, imagen que se convierte ella misma en publicidad viviente. Como explica Tiqqun en Primeros materiales para una teoría de la jovencita (Acuarela Libros Madrid 2012), el capitalismo obtiene actualmente tasas de ganancia por medio de nuestra capacidad de seducción.
• Lo que más acrecienta la felicidad son las relaciones interpersonales. Fomentar las relaciones de cooperación en lugar de las relaciones de competencia. Lo que se da no se pierde.
• Que la creación cognitiva (el pensamiento, el arte, el conocimiento) no sea expropiada del intelecto común mediante la llamada propiedad intelectual; una ilegítima apropiación que responde a los intereses de las grandes corporaciones dedicadas a la producción y distribución de productos culturales y tecnológicos.
• Promover una economía del bien común, donde se valore, no la rentabilidad, sino un modelo de empresas cooperativas que hagan el mayor bien posible a la sociedad y al entorno.
• Acabar con el predominio de la economía financiera sobre la economía productiva. Terminar con la estafa de la emisión privada de dinero-crédito que esclaviza a personas y pueblos mediante el endeudamiento.
• Plantearse iniciativas como la de la renta básica universal, para que uno trabaje
libremente, y no se vea forzado a trabajar para subsistir. Los recursos naturales son de todos.
• Y, complementando a la renta básica, ¿por qué no proponer, como lo hizo en su día
el presidente estadounidense F. D. Roosevelt, un salario máximo, gravando con un 100% a partir de un tope de renta. “Que ningún ciudadano –escribía J.J. Rousseau- sea tan rico como para poder comprar a otro, ni ninguno sea tan pobre como para ser obligado a venderse”.
• Valorar propuestas ecológicas como la del decrecimiento: consumir menos, fabricar menos, diseñar objetos totalmente reciclables y gastar poca energía. Desarrollar economías locales.
• Construir canales de distribución autónomos al margen de las grandes distribuidoras que controlan casi toda la actividad comercial, desde el productor a la venta al público.
• Reconstruir la esfera de lo público de una manera verdaderamente democrática, con la participación de todos y en igualdad.
El futuro está en parte en nuestras manos
Por último, ¿cuál es nuestra capacidad de control respecto a la situación que nos afecta?
En el citado artículo, Yela Bernabé y José Luis Marcos Malmierca defienden que, para
inmunizarse a la indefensión aprendida, lo mejor es ni haber tenido éxitos siempre ni siempre fracasos. Ser conscientes de que hay cosas que podemos controlar y cosas que no. “Así pues –decía Epicuro–, conviene recordar que el futuro ni está enteramente en nuestras manos, ni completamente fuera de nuestro alcance, de suerte que no debemos ni esperarlo como si tuviese que llegar con seguridad, ni desesperar como si no tuviese que llegar con certeza.”
Hay muchos ejemplos de resistencia a la acumulación por desposesión que han triunfado en el mundo, como la guerra del agua en Bolivia o la insurrección de Chiapas. Lo que pasa es que la historia, que casi siempre está escrita por los de arriba, se complace en recordarnos solo las derrotas en los esfuerzos por la emancipación.
Aquí, en España, y a pesar de todos los tropiezos de un niño que aprende a dar sus primeros pasos, el Movimiento 15M, con solo un año de vida, ha obtenido importantes logros y proyección internacional. Ha logrado concienciar a buena parte de la ciudadanía de la raíz de nuestros problemas, ha enlazado movimientos sociales muy dispares y está siendo un excelente humus para el nacimiento de redes cooperativas y solidarias.
Cometeremos errores, sin duda, pero errores que nos harán más sabios.
Actuar para abrir posibilidades
En definitiva, ante el miedo que nos atenaza, debemos tener presente que de lo que nos pasa no somos culpables, que la crisis es crisis del modelo económico vigente –que no es estable sino todo lo contrario–, y que este cambio puede ser una
oportunidad para un nuevo mundo más humano, donde no impere la dictadura del dinero y del resto de mercancías.
Y, sobre todo, tener presente la enseñanza de Alain Badiou: hay que actuar. Porque no es nuestra acción la que debe plegarse al campo de lo posible, sino que es la propia acción la que puede abrir un nuevo espacio de posibilidades. “Un sujeto –dice este filósofo– es un punto de una conversión de lo imposible en lo posible. La
operación fundamental de un sujeto es estar en el punto en donde algo imposible se convierte en posibilidad”.
Notas
1
3
8
9 En este vídeo podemos ver cómo huye el Presidente en el Senado, ante los periodistas que le querían preguntar sobre el último recorte presupuestario para Educación y Sanidad:
14 Hardt M. y Negri, A., El trabajo de Dionisos, Akal, Cuestiones de Antagonismo, Madrid, 2003.
Poesía Visual, Performance, Mail Art, Ars Sonora
Crisis
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